El mayor gasto de los consumidores en EE UU da un respiro al dólar
El Departamento de Comercio de EE UU informó ayer que el gasto de los consumidores creció el 0,5% en noviembre, mientras que los ingresos personales se incrementaron el 0,3% en ese mes. Los datos indican que la recuperación mantiene un moderado, pero positivo, ritmo de crecimiento, dado que el gasto de los consumidores representa dos tercios del PIB.
Por segundo mes consecutivo, los estadounidenses impulsaron su ritmo de gasto, especialmente en bienes duraderos y, dentro de ellos, la compra de automóviles, gracias a los planes de financiación a tipo cero de los concesionarios.
El incremento de los gastos en noviembre se produce al principio de la campaña de ventas navideña, clave para muchos comercios, y aumenta las perspectivas de un resultado positivo para el sector.
Asimismo, el índice de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan ha vuelto a subir en diciembre por segundo mes consecutivo, al pasar de 84,2 a 86,7, condicionado, a juicio de los expertos, por la recuperación de los mercados.
Estas perspectivas algo más favorables para la economía dieron ayer un respiro al dólar, cuya cotización se recuperó ligeramente frente al euro, al cerrar a 1,026 unidades por divisa europea al conocer los indicadores económicos, después de haber alcanzado las 1,0317 unidades en las primeras horas de la mañana. El viernes, el dólar cerró a 1,027 unidades por euro.
Pero el incierto entorno económico y la amenaza de conflicto bélico contra Irak juegan en contra de la divisa estadounidense. En los seis meses posteriores a la invasión de Kuwait por parte de Irak, el 2 de agosto de 1990, el dólar perdió un 10% frente al marco alemán. En los cuatro meses después de la guerra del Golfo, que se inició el 17 de enero de 1991, la divisa estadounidense ganó el 19%.
La clave para el dólar pasa por el efecto de la crisis iraquí sobre la economía. 'Altos precios del petróleo van en detrimento de nuestra economía, creando un problema significativo para el crecimiento y en última instancia también para el dólar', aseguraba ayer Mark Thome, vicepresidente del mercado de cambio de Fortis en Nueva York.