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Cine

El 'valor' Sinatra y el maestro Lubitsch

'De repente', con Frank Sinatra en el papel de asesino, y 'Lo que piensan las mujeres', una comedia sofisticada del maestro Lubitsch, hoy con Cinco Días

res hombres llegan a Suddenly, una pequeña localidad californiana, con la intención de asesinar al presidente de los Estados Unidos, de paso en el lugar. Unos años más tarde, la historia de De repente resultó premonitoria para desgracia de la película que a punto estuvo de desaparecer de la circulación. Todo porque el FBI descubrió que Lee Harvey Oswald la había visto unos días antes del asesinato del presidente John Fitgerald Kennedy. Frank Sinatra consiguió que la cinta dejase de ser distribuida y exhibida en televisión en EE UU durante décadas, según cuenta Kitty Kelley en la biografía no autorizada del artista. Paradójico, teniendo en cuenta las ganas que le puso Frank Sinatra al papel. La Voz estaba en su mejor momento, recién conseguido el Oscar por su papel del soldado Angelo Maggio en De aquí a la eternidad. Deseaba, sin embargo, huir del encasillamiento de los papeles de hombre bueno, y el psicópata John Baron del guión de Richard Sale le ofrecía la oportunidad en bandeja. Acertadamente, además, ya que la película confirmó a Sinatra como un gran actor dramático.

De repente, junto con Lo que piensan las mujeres, la nueva entrega de la colección Obras Maestras del Cine Clásico que se vende todos los sábados con Cinco Días, contó con poco presupuesto y se rodó en el tiempo récord de cuatro semanas. El principal reclamo, sin duda, era la presencia de Sinatra. Así lo vio la crítica: 'El nombre de Frank Sinatra será una valiosa baza a la hora de aumentar las posibilidades de taquilla de la astuta explotación de esta película', señalaba Variety. A Sinatra lo acompañaban en el reparto Sterling Hayden (La jungla de Asfalto, John Huston, 1950), en el papel de sheriff que es secuestrado por los magnicidas.

El 'toque Lubitsch'

En la década de los treinta un soplo de aire fresco invadió la comedia americana. Lo trajo Ernst Lubitsch de la vieja Europa y consistía en acabar con el encorsetamiento en el tratamiento de ciertos temas con un estilo alusivo y burlón, el famoso toque Lubitsch, que dejó obras maestras como Ser o no ser (1942) o El bazar de las sorpresas (1940). Buena parte de sus obras eran adaptaciones de antiguas comedias europeas, como Lo que piensan las mujeres, basada en la comedia teatral francesa Divorçon, trasladada a los escenarios de Broadway y llevada a la gran pantalla anteriormente en varias ocasiones, una de ellas por el propio Lubitsch.

Para Lo que piensan las mujeres, Lubitsch contó con dos astros de la época, Melvyn Douglas y Merle Oberon, que interpretaban a un matrimonio de la alta sociedad aquejado de cierto aburrimiento, lo que provoca en la mujer insomnio y frecuentes ataques de hipo. La situación se complica con la entrada en escena de un atolondrado y extravagante pianista que acaba por instalarse en la vivienda del matrimonio.

La película no alcanzó el éxito esperado. A pesar de ello destaca la banda sonora de Werner R. Heumann, nominado al Oscar por su trabajo en esta película.

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