El mercado celebra el nuevo Gobierno nombrado por Lula
El principal temor que sucedió a la aplastante victoria del Partido de los Trabajadores (PT) en los comicios del pasado 27 de octubre se refería a la composición del gabinete que se haría cargo de la mayor economía de América Latina. Contrariamente a los pronósticos iniciales, la realidad está demostrando que el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, tal y como ya anunció, está constituyendo un Gobierno cualificado y plural, donde se encuentran representados prácticamente todos los espectros de la vida política y social del país.
Las carteras de Agricultura, Comercio, Medio Ambiente y Asuntos Exteriores estarán ocupadas respectivamente por Roberto Rodrigues (presidente de la Asociación Brasileña Agrícola), Fernando Furlan (importante empresario del sector agroalimentario), Marina Silva (senadora del Partido de los Trabajadores ) y Celso Amorim (embajador en Gran Bretaña durante el mandato de Cardoso).
Lula ha designado a Antonio Palocci, coordinador del equipo de transición, ministro de Economía. Los mercados han acogido esta noticia de forma positiva. Palocci se ha caracterizado por llevar a cabo un discurso moderado abogando por la disciplina fiscal y el compromiso en la lucha contra la inflación.
El nuevo Ejecutivo es altamente cualificado y plural, en el que están representados prácticamente todos los espectros de la vida política y social del país
El hombre que sucederá a Armínio Fraga al frente del Banco Central es Henrique Meirelles, reputado financiero y ex presidente del FleetBoston. Meirelles, en su comparecencia ante el Senado, ha reafirmado que los objetivos del Banco Central para 2003 continúan siendo el control de la inflación y la reactivación del crecimiento.
Este compromiso de Meirelles en la lucha contra la inflación cobra especial importancia tras conocerse que la inflación en términos interanuales alcanza ya el 10,2%, el doble del objetivo del Banco Central.
En un intento de frenar esta situación, el Comité de Política Monetaria del Banco Central (Copom) ha optado por aumentar los tipos de referencia en tres puntos porcentuales, situando el Selic en el 25%, la tasa más elevada desde mayo de 1999. Esta medida, unida a la modificación de los objetivos establecidos para 2003 haciéndolos más creíbles con el contexto actual, debería contribuir a alejar de forma definitiva los fantasmas inflacionistas en la economía brasileña.
Otro año perdido en la región
El bienio 2001-2002 se salda con un balance negativo para las economías latinoamericanas, siendo previsible que cierren el año con un retroceso de la actividad del 0,5%, tal y como revela el último informe de la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal).Las economías más afectadas por la desaceleración son Argentina, Uruguay y Venezuela, mientras que el estancamiento del PIB ha sido la tónica dominante en el resto. Reflejo de este difícil panorama, la tasa de paro se ha elevado desde un 8,4% en 2001 al 9,1% actual, mientras que las remuneraciones reales han caído en promedio un 1,5%. El deterioro de las condiciones financieras internacionales, unido a factores internos, llevó a que en 2002 América Latina y el Caribe transfirieran al exterior recursos financieros por valor de 39.000 millones de dólares (una cantidad similar en euros), la mitad de los cuales provenían de Argentina. La depreciación de las divisas y el alza de la inflación han deteriorado aún más la escasa competitividad de buena parte de estos países, afectando especialmente en 2002 a Brasil, Bolivia y Honduras. Este escenario ha dejado escaso margen de actuación a medidas de política económica anticíclicas. La política monetaria contractiva ha sido la respuesta generalizada. En este panorama poco optimista, la Cepal introduce una nota positiva. A partir del segundo trimestre la región ha comenzado a mostrar una recuperación incipiente. En este sentido, se estima que el PIB de la región crezca un 2.1% en 2003.