Las eléctricas piden a Economía más garantías para evitar el déficit tarifario
La puesta en marcha de la nueva metodología de tarifas puede nacer viciada. Según aseguraban ayer fuentes cercanas a las compañías eléctricas, las variables utilizadas por el Ejecutivo para fijar la tasa son demasiado 'optimistas'.
Las empresas tienen las cuentas hechas y todas reflejan un déficit de tarifa. En el peor de los escenarios con el que trabajan, la diferencia entre los ingresos por tarifa y los costes estructurales se situará en 2003 en 1.200 millones de euros. En el mejor, la cifra ascenderá a 120 millones.
El argumento que esgrimirán hoy ante la CNE las empresas del sector se basará en que los mecanismos de corrección previstos en la metodología tarifaria 'no son suficientes para compensar los desfases' que tienen previstos y quieren nuevas garantías para asegurarse los ingresos. Así, estiman que el déficit se producirá pese a la aplicación de algunas partidas contempladas en los costes de transición a la competencia (CTC).
Las diferencias entre las previsiones realizadas por el del Gobierno y los estudios de las eléctricas a la hora de fijar la política de tarifas para los próximos años difieren sustancialmente. Mientras que el Ejecutivo considera que el consumo durante el próximo año se incrementará un 3,4%, las eléctricas lo rebajan hasta el 2,5%. Esta variable es una de las que se incluyen para fijar la tarifa.
Pero las diferencias van más allá, a pesar de que las empresas del sector consideran que el marco se ha mejorado 'considerablemente'. Las evaluaciones no coinciden sobre previsión de inflación, precios del pool, costes reconocidos y precio del dinero; una partida, esta última, con un importante peso en estas sociedades, que tienen un importante nivel de endeudamiento. Esta diferencia de opiniones con la Administración es la que han reflejado las eléctricas en el informe que presentan hoy a la CNE.
Una buena parte de las voces críticas contra la metodología tarifaria proceden de los que reciben primas por pertenecer al régimen especial. Compañías con intereses en el negocio de las energías renovables han elevado el tono de sus descontento porque verán reducidas las primas, según el esquema con el que trabaja el Gobierno.
En la metodología de tarifas, la energía eólica sufrirá un recorte en las primas del 8,04%. Esta reducción, de aplicarse, puede producir un fuerte impacto en las compañías, que han apostado por esta fuente de generación de electricidad y cuyas cuentas de resultados y política de amortizaciones se basan, en una buena parte, en una prima que supone la incentivación de las energías renovables.
Pero el recorte de las primas en el régimen especial también se extiende a a la cogeneración, que se reduce en un 4%, al tratamiento de residuos ganaderos (purines) que experimenta un descenso del 4%, y a las minicentrales, que se reduce en casi un 2%.
Por otro lado, las eléctricas acumulan un déficit tarifario de 1.180 millones de euros hasta octubre, según un informe de la CNE. El organismo regulador atribuye la cuantía del déficit, que se ha distribuido entre las empresas con derecho a percepción de costes de transición a la competencia (CTC), al superior coste de adquisición de energía en el mercado organizado para los suministros a tarifa. El precio medio en enero ascendió a 7,358 céntimos por kilovatio hora, el máximo histórico, mientras que el acumulado en los diez primeros meses del año se sitúa en 5,13 céntimos.