El 40% de las compañías pacta con sus empleados el uso del correo electrónico
Por cuestiones de productividad o por consideraciones éticas o simplemente porque lo exige la sociedad matriz. Pero el caso es que más del 40% de las empresas supervisa la navegación de sus empleados por Internet y cerca del 24% controla sus correos electrónicos. Según el Estudio sobre políticas, hábitos de uso y control de Internet y correo electrónico en las principales empresas españolas, elaborado por el IESE y PwC, menos de la mitad de las empresas realiza este control mediando un pacto por escrito con los trabajadores que diga lo que sí y lo que no pueden hacer los empleados en el lugar de trabajo.
En opinión del profesor del IESE Joan Fontrodona, 'es muy importante que las empresas dejen muy claras a sus empleados las políticas a seguir en el uso de las nuevas tecnologías, porque de ello depende que se acepten las prácticas realizadas'. Para Fontrodona igual de importante es que las medidas sancionadoras que se prevean en caso de mal uso o abuso de las nuevas tecnologías 'sean proporcionales al acto realizado porque a veces hay medidas tan duras que no se atreven a cumplirlas'. De momento, algo menos del 3% de las empresas ha despedido a algún trabajador por uso incorrecto de sus telecomunicaciones aunque, casi un 10% ha sancionado a algún empleado por esta causa.
Según los autores del estudio, la tenencia de políticas claras y conocidas por los empleados hace que las situaciones conflictivas se reduzcan. Pero según el estudio, sólo el 38,5% de las empresas analizadas cuenta con criterios escritos sobre el uso de Internet y poco más del 47% autorregula el uso del correo electrónico.
Con o sin pacto interno que regule la utilización equilibrada de la Red en el lugar de trabajo, el estudio revela que cerca del 70% de las empresas limita el uso de la Red. Y a nivel agregado, hay un 17% de empresas en las que todos sus trabajadores están siendo supervisados en el uso que hacen de Internet. Así, algo más de 300.000 empleados están siendo inspeccionados en sus paseos por la Red. Y unos 180.000 tienen su correo electrónico bajo control.
Esta vigilancia se hace cuando existe una causa justificada, pero haciendo caso omiso de dos requisitos legales, la notificación previa y la presencia sindical. Según señala Fontrodona, 'las empresas tienen derecho a pedir que el tiempo que se pasa en la empresa, el trabajador lo dedique en provecho de la empresa. De ahí que surja el derecho al control, pero éste entra en conflicto con el derecho a la intimidad'.
La ley establece requisitos para que la supervisión del correo sea válida. Así, la inspección debe hacerse en presencia de un representante sindical (sólo el 2% de las empresas lo cumple), debe haber una notificación previa de la inspección (sólo lo hace el 1%) y debe haber una causa justificada (en torno al 15% alega dicha causa).
Javier Ribas, socio de Landwell, la división jurídica de PwC, justifica la existencia de supervisión en la empresa no sólo por cuestiones de productividad de los empleados sino porque su comportamiento en la Red puede afectar a la seguridad tanto informática (introducción de virus en los sistemas) como de facilitar datos a la competencia. Al tiempo, Ribas destaca que la empresa es responsable de los actos que realice su empleado y bien puede ocurrir que por un mal uso del correo electrónico un empleado viole algún tipo de norma con graves consecuencias económicas para la empresa. En este sentido, el estudio revela que la mayoría de las empresas (73%) no cuenta con un seguro de responsabilidad civil que cubra estos riesgos.