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Informe

Los directivos españoles se sienten menos pesimistas respecto a la crisis económica

Los empresarios españoles no están demasiado preocupados por la desaceleración económica. 'Piensan que ya no se puede ir a peor y que la situación tiende a estabilizarse'. Así lo aseguraron ayer José Ramón Pin, profesor del IESE y director del estudio La Gestión Empresarial en el Año 2002, y Carlos Lareau, presidente para Europa meridional de Burson Masteller. Ambos consideran que los resultados del estudio descuentan que 2003 será malo, pero creen que a partir a ahí habrá recuperación.

Eso sí, los directivos de las empresas españolas son más optimistas que sus colegas de multinacionales en cuanto a los efectos reales de la crisis en sus negocios. Un 65% de los directivos de multinacionales considera negativos los efectos de la desaceleración económica, mientras que sólo un 51% de los empresarios nacionales comparten esa opinión. La undécima edición del informe realizado por IESE y Burson Masteller sobre Gestión Empresarial también refleja la opinión de los directivos sobre los sectores de la economía en expansión y en recesión. Ocio y turismo (22,1%) y servicios (17,9%) son los sectores que más futuro tienen, según los empresarios. Además, uno de los aspectos más destacables es el descenso del sector telecomunicaciones (17,1%), que por primer año deja de ocupar el primer lugar y pasa al tercer puesto.

Mientras, los sectores considerados en recesión por parte de los directivos españoles son, como sucedió en ediciones anteriores, el agrícola, el de la industria y la energía, el sector minero y el de la siderometalurgia.

Por segundo año consecutivo desciende el porcentaje de directivos españoles que piensan que la competitividad laboral española ha mejorado en el año 2002, tanto en el mercado interior (38,8%) como en el exterior (42,4%), frente al 60,5% y el 61,5%, respectivamente, del año 2001.

A pesar del descenso de casi 20 puntos porcentuales, todavía es positiva la percepción de los empresarios respecto a la competitividad en ambos ámbitos. Pese a todo, ya el año pasado habían descendido los porcentajes de quienes pensaban que la competitividad había mejorado respecto al año 2000, cuando las respuestas positivas en cuanto al crecimiento de la competitividad alcanzaron porcentajes del 79% para el mercado interior y del 78% para el mercado exterior.

La flexibilidad es una de las principales recetas que los empresarios creen necesario aplicar para mejorar la competitividad. El 71% considera que incluir en los convenios colectivos medidas de flexibilidad de horarios y retribuciones es esencial para mejorar la competitividad del mercado laboral.

Además, un 64,3% de los encuestados piensa que son importantes las medidas encaminadas a flexibilizar los procesos de despidos e indemnizaciones. Y el 45,7% de los encuestados señala que la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social son importantes para mejorar la competitividad.

Sin embargo, los autores del informe destacan el hecho de que los directivos no se muestran partidarios de los contratos temporales. 'Lo que quieren es gente estable en las empresas, pero quieren disponer de herramientas flexibles para utilizarlas en el caso de que las cosas vayan mal'. De hecho, sólo el 18% de los encuestados consideró el fomento de la contratación temporal como una medida importante para mejorar la competitividad del mercado laboral. Eso sí, más de la mitad de los directivos (59,3%) apoya la posibilidad de buscar 'soluciones equilibradas alternativas al contrato indefinido'.

Los directivos españoles creen que mejorar la calidad de los productos es uno de los factores clave para lograr el éxito empresarial. Ofrecer una buena calidad de servicio, costes y precios competitivos y tener un posicionamiento claro y diferenciado de la competencia son los siguientes factores más valorados para conseguir el éxito empresarial.

Responsabilidad

Los escándalos financieros vividos durante los últimos meses han destacado la importancia de la responsabilidad social corporativa. El 80% de los encuestados otorga mucha o bastante importancia a esta cuestión. Sólo el 3,6% le conceden poco o ningún valor.

Y pese a la abrumadora mayoría de quienes respaldan la importancia de la reputación social corporativa, más de la mitad de los encuestados (un 68,6%) no ha introducido todavía ningún programa en este sentido. Las empresas de capital español están algo menos concienciadas de la necesidad de aplicar sistemas de responsabilidad corporativa que las de capital extranjero, ya que el 72,9% de las españolas reconoce que aún no han introducido medidas al respecto, frente al 59,6% de las extranjeras que no han incorporado programas de responsabilidad social corporativa.

La nota del Gobierno desciende por segundo año consecutivo

La valoración que los empresarios españoles realizan del Gobierno de José María Aznar ha empeorado por segundo año consecutivo. Pese a que sólo el 12,2% de los directivos encuestados para la realización del estudio La Gestión Empresarial en el Año 2002 suspenden al Ejecutivo, se mantiene una tendencia iniciada el año pasado en la que se reduce la valoración de la gestión del Gobierno. El año pasado un 58,4% de los entrevistados calificaron de notable la gestión del Gobierno, mientras que este año el porcentaje se ha reducido hasta el 36,4%. Es decir, 22 puntos porcentuales menos.En cuanto a la valoración de los ministerios, el de Economía, a pesar de perder 12,7 puntos respecto al año pasado, es el que recibe la mejor nota, ya que el 45% de los participantes en el sondeo le otorga una calificación de notable o sobresaliente. Y el que sale peor parado es el Ministerio de Ciencia y Tecnología, ya que el 36,5% de los participantes le ha otorgado una calificación comprendida entre el uno y el cuatro, le da un aprobado y sólo el 17% lo califica con notas superiores a 6. El profesor del IESE y director del estudio, Ramón Pin, considera que la penalización de la gestión del Gobierno puede atribuirse a la sensación de crisis económica, algo que contrasta, sin embargo, con las buenas calificaciones obtenidas por el Ministerio de Economía, que puede interpretarse como un apoyo de los empresarios a la política fiscal y macroeconómica. El profesor Pin señala, sin embargo, que es preocupante la nota que los empresarios dan al Ministerio de Ciencia y Tecnología. El estudio, realizado a través de entrevistas con representantes de las 1.000 empresas más importantes de España, también analiza la posibilidad de reforma de la Constitución. Una opción que rechaza el 76,8% de los directivos consultados.

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