Todos los océanos, al alcance de la mano
En plena catástrofe ecológica en el Atlántico, reconfortaba ayer ver las aguas cristalinas del parque oceanográfico que la Generalitat Valenciana inauguró en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Un total de 42 millones de litros de agua extraída del Mediterráneo llena los estanques de L'Oceanogràfic, que acoge 500 especies marinas de todos los océanos. Un espectáculo que se puede visitar desde dentro, paseando por largos túneles que nos llevan al corazón de un mar en calma.
L'Oceanogràfic, diseñado por el fallecido Félix Candela, es, tras el L'Hemisfèric y el Museo de las Ciencias, el tercer elemento de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y, posiblemente, el que despertará mayor curiosidad y rentabilidad. Según el plan presentado por Parques Reunidos, que llevará la gestión, recibirá entre 1,5 y 1,8 millones de visitas al año, unas 8.000 diarias, a un precio de 19,8 euros.
Todos estos visitantes podrán ver de cerca, separados por un cristal de escasos milímetros, hasta 50.000 ejemplares traídos en avión con contenedores especiales desde diversas partes del mundo. De hecho el mayor envío de animales vivos realizado en la historia es el que se ha llevado a cabo entre Miami y Valencia. Hay peces pequeños, tiburones, pingüinos, delfines, leones marinos, tortugas y crustáceos. Todos han pasado por un proceso de adaptación al nuevo hábitat, que reproduce su entorno natural, el mismo plan que siguen ahora las morsas.
Para habituarse a la presencia de seres humanos, L'Oceanogràfic tendrá un periodo de dos meses en el que las visitas serán concertadas antes de abrir sus puertas al público el 14 de febrero.
Según el director general de Parques Reunidos, Javier Conde, L'Oceanogràfic será rentable en el primer año, sin contar la inversión en el inmovilizado que ha hecho la Generalitat y que ha ascendido a 108 millones. La previsión de ingresos es de 30 millones al año, de los que una parte quedará para Parques Reunidos. En total, la nueva instalación supondrá el 20% de los ingresos de la gestora.
Y la perla del recinto será el restaurante submarino de lujo que gestionará un restaurador valenciano. El final de una visita a lo más profundo del mar.