Los resultados no cumplen las expectativas
Por segundo año consecutivo, los planes de pensiones invertidos en renta variable presentan pérdidas en la casi totalidad de las entidades
Las cinco grandes familias de fondos y planes de pensiones están presentando este año unos resultados muy por debajo de lo que se esperaba. Los partícipes de los fondos de pensiones verán por segundo año consecutivo cómo su ahorro acumulado en sus respectivos planes, en especial si éstos son de renta variable, ha menguado de forma considerable.
Acumulando las pérdidas de estos dos últimos ejercicios, algunas categorías de fondos de pensiones registran pérdidas de su valor superiores al 30% de promedio. Ya se sabe, y así lo advierten los gestores a los partícipes cuando suscriben los fondos de pensiones, que la renta variable es por lo general el segmento más interesante para obtener ganancias a largo plazo. Pero también se advierte que los valores de los fondos de renta variable están sometidos a importantes oscilaciones en el tiempo, generalmente de duración corta o, en el peor de los casos, en ciclos de dos a tres años.
Ahora mismo nos encontramos en uno de estos malos ciclos, de la misma forma que el comprendido entre los años 1996 y 1999 fue de ganancias excepcionales, con algunos rendimientos que llegaban a duplicar el valor de algunos fondos de pensiones en un solo año. Esas espectaculares ganancias se han disipado en buena medida en los dos últimos años y medio.
Aseguran los gestores que los resultados de los planes de pensiones han de valorarse a plazos largos. Una verdad sólo a medias, ya que la retirada de las prestaciones acumuladas por los partícipes tiene un plazo fijo y de la situación de los mercados en ese momento dependerá la eficacia del ahorro acumulado durante años. Si un partícipe retira sus prestaciones en un momento como el actual, de mercados bursátiles en baja y sufriendo una fuerte corrección, sólo tiene un margen de seis meses para esperar a retirar su dinero a la espera de una subida de los mercados que le permita minimizar sus pérdidas. Pasado ese margen de seis meses como máximo, el partícipe tendrá que decidir entre la retirada por etapas de su ahorro o la retirada total. En momentos de crisis, pocos partícipes optan por esta última fórmula porque ello significaría materializar unas pérdidas que ya no recuperará.
Las ganancias en los planes de pensiones han escaseado de forma notable en estos últimos dos años. Los planes de renta fija son los únicos que presentan beneficios más o menos sólidos, aunque modestos. Los planes mixtos registran pérdidas porque casi siempre lo que estos planes pierden en Bolsa no logran recuperarlo con sus inversiones en los mercados de renta fija. Hay tres tipos de fondos de pensiones mixtos, según sea el grado de riesgo que asumen. El más arriesgado es el denominado RVM, cuyas inversiones en renta variable pueden llegar al 75% del patrimonio. Los RFM I invierten en Bolsa no más del 15% y los RFM II colocan en los mercados de acciones entre el 15% y el 30%. Los de renta fija (RF) sólo pueden invertir en estos mercados. En los últimos 12 meses son los únicos fondos de pensiones que han logrado eludir las pérdidas, con una ganancia media del orden del 2%, aunque en algunos planes de pensiones en concreto esta rentabilidad ha llegado a superar el 8%. Estos planes de pensiones son ahora mismo los más rentables a largo plazo, con un 7,85% de media anual en los últimos 13 años.