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Desastre ecológico

Los navieros rechazan el proyecto de la UE para prohibir los monocascos

Los armadores españoles han decidido tomar partido en el debate sobre las medidas a tomar para evitar desastres como el ocurrido con el petrolero Prestige. Anave, en un editorial que publicará su revista interna los próximos días, muestra su preocupación por una serie de medidas que, de aprobarse, trastocarían los planes de las empresas navieras.

El argumento esgrimido por la patronal es claro. Si la OMI, organismo internacional que aglutina a la mayoría de los países del mundo, decidió hace apenas un año que todos los monocascos deberían dejar de navegar en 2015, no debe ser ahora la Unión Europea la que legisle en esta materia. La UE pretende adelantar el calendario cinco años y acelerar los plazos para la eliminación gradual de los buques monocascos cuando las navieras, según Anave, ya tienen realizados sus planes de negocio, de amortización de buques y su estrategia de renovación de flota pensando que en 2015 dejará de navegar el último petrolero de casco sencillo.

Los empresarios de Anave estiman que debe ser de nuevo la OMI la legisle en esta materia, a pesar de reconocer que EE UU ya tiene restringidas la entrada de monocascos determinados en sus puertos en una decisión unilateral adoptada en 2000. Además manifiesta que la reglamentación no puede experimentar cambios cada año. La UE quiere tener voz propia en la OMI, según su Libro Blanco del Transporte, una medida que no gusta a todos sus miembros, que insisten en mantener su condición en este organismo.

Esta preocupación se ha intensificado entre los navieros españoles, que están buscando apoyos. Así, fuentes del sector afirman que un reducido grupo de empresarios se ha reunido a título individual con miembros del grupo socialista en el Congreso para pedir a los parlamentarios que no se excedan en sus acusaciones y críticas a la actuación de los armadores de buques de transporte de crudo, lo que podría acarrear un plan de reconversión de su flota. Según los datos aportados, en España existen 22 buques de un solo casco y 16 de doble casco.

Asimismo, mostraron su rechazo a la política de la CE para acelerar el proceso de desaparición de los buques de casco sencillo.

Satisfacción en los astilleros por las nuevas normas

Los astilleros están a la expectativa ante los cambios legislativos que obligarán a renovar gradualmente las flotas de navieras y de empresas como la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH). Para los constructores navales el adelanto de la fecha de caducidad de los petroleros monocasco servirá para mejorar su débil cartera de pedidos, circunstancia por la que no prevén problemas para afrontar un previsible aumento inusual de solicitudes. Aunque depende del tamaño, el precio de un petrolero que cuente ya con las especificaciones que va a exigir la UE puede superar los 50 millones de euros, mientras que el periodo de construcción alcanza los dos años. Entre los astilleros con experiencia en petroleros con doble casco está el grupo español Izar, que tiene capacidad para construir este tipo de buques, especialmente en sus factorías de Sestao y Puerto Real. Izar ha construido dos, y uno de ellos, el E-2, un prototipo europeo de petrolero con doble casco. Esta compañía está además especializada en buques shuttles, petroleros más pequeños que operan para las empresas que extraen petróleo en el mar del Norte y que transportan el crudo desde las plataformas de extracción a puerto.

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