Bruselas fija normas de calidad para las farmacias y consultas médicas en línea
Más de 100.000 páginas de Internet ofrecen la comercialización a distancia de servicios y productos relacionados con la salud, desde la venta de medicinas a la consulta médica virtual. La Comisión Europea ha decidido fijar los criterios mínimos de calidad que deberán cumplir esas páginas para garantizar la fiabilidad de los productos y el asesoramiento que reciben los consumidores.
Los proveedores en línea de servicios relacionados con la salud deberán cumplir en Europa unos criterios mínimos de calidad, que abarcan desde la identificación precisa del responsable de la página de Internet (incluido el nombre y la dirección postal) hasta el origen de su financiación (publicidad, promotores, etc.).
La Comisión Europea (CE) está a punto de publicar (probablemente, la próxima semana) los requisitos que cada país de la UE deberá incluir en sus iniciativas de vigilancia del floreciente negocio farmacéutico y médico a través de Internet.
Los internautas europeos son ya unos 'ávidos consumidores' de servicios en línea relacionados con la salud, según la Comisión Europea. Y la abundante información sobre esta materia disponible en la Red ha generado incluso una miríada de buscadores que clasifican y valoran todas las páginas especializadas. Algunos de estos intermediarios virtuales han elaborado su propio código de conducta para trillar las páginas fiables de aquellas que puedan desorientar o engañar al consumidor.
Faltaba, sin embargo, una definición a nivel europeo de las normas mínimas que deben cumplir ese tipo de servicios. Bruselas las ha elaborado tras un año de consultas con el sector, los Gobiernos de la UE y diversos organismos internacionales. En junio de 2001, la CE convocó una conferencia internacional a la que asistieron, en nombre de la industria farmacéutica, la profesión médica y las organizaciones de pacientes, delegados de los países comunitarios, y de EE UU, Suiza y Noruega. La consulta se prolongó a través de Internet hasta noviembre del año pasado.
El resultado ha sido un conjunto de normas de calidad 'pensadas para que puedan aplicarse en la elaboración y mantenimiento de cualquier página de Internet relacionada con la salud, con independencia del tipo de información que incluya o la audiencia que busque', según el documento que la Comisión va a aprobar en breve. La CE se niega, sin embargo, a crear un sello de calidad europeo, aunque no descarta esa iniciativa para el futuro.
Criterios
Los criterios abordan seis aspectos: transparencia y honestidad; reconocimiento profesional de los autores de la información; protección de los datos y la intimidad del internauta; frecuencia en la actualización de la información facilitada; organismo de supervisión o control ante el que se rinde cuentas, y facilidad de acceso a la información.
Una cualidad imprescindible de toda página de salud será la definición precisa y clara del tipo de pacientes a los que se dirige, debiendo poner un cuidado extremo en que la naturaleza de la información que cuelga y el lenguaje utilizado sean los apropiados. La página debe indicar además la cualificación de su autores. Y si se trata de profesionales de la medicina o la farmacia, debe aparecer su titulación.