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Alza

La Bolsa celebra el plan de rescate

Ajenos a las críticas de la Unión Europea y de los países miembros, los inversores festejaron el plan de rescate financiero de France Télécom. La operadora se disparó el 16,5% en Bolsa y acumula un alza del 172% desde su mínimo de septiembre.

La Bolsa dio así el visto bueno a un programa de choque que incluye un préstamo del Estado francés de 9.000 millones de euros, que se convertirán luego en acciones cuando la fortaleza del balance de France Télécom permita hacer una ampliación de capital de 15.000 millones. Francia, sin embargo, reducirá su participación por debajo del 50%. El plan se complementa con una rebaja de gastos de 15.000 millones hasta 2005, que se conseguirá con la supresión del dividendo, un recorte de las inversiones y la venta de activos.

La filial más afectada es Orange, que tendrá que retrasar el despliegue del UMTS. Sólo en Reino Unido se mantienen los planes. El resto se enfría o paraliza y los analistas empiezan a pensar ya en abandonos, al estilo de Telefónica Móviles. Orange despedirá a 2.000 empleados. La filial de Internet, Wanadoo, contribuye al plan de choque con la dimisión de su presidente, Nicolas Dufourcq.

También España puede verse afectada. France Télécom aseguró ayer que sólo los mercados de Francia y Reino Unido son 'estratégicos por ahora'. El resto de las filiales, según informa Efe, serán examinadas con vistas a posibles ventas. Uni2 puede ser una de ellas, ya que se trata de una de las dos únicas filiales dedicadas a telefonía fija que tiene en estos momentos el ex monopolio fuera de Francia.

El objetivo último de France Télécom es reducir a una quinta parte su elevada deuda, hoy en 70.000 millones de euros, para 2005. Una gran ayuda para ello son los propios vencimientos de este pasivo, ya que la operadora tiene que hacer frente al pago de 15.200 millones el año que viene, 15.000 millones en 2004 y 20.000 millones en 2005.

Pero la salvación de una compañía que se gastó 106.300 millones en 18 meses comprando empresas en plena burbuja y que pagó el 80% en efectivo para que el Estado pudiera conservar su participación llevará tiempo. Las pérdidas previstas para este año pueden llegar a los 20.000 millones, ya que la compañía provisionará entre 5.500 y 7.000 millones adicionales por depreciación de activos.

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