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Disputas

Los accionistas de conservas Miau se enfrentan por el control de la empresa

Las aguas están muy revueltas en Bernardo Alfageme, la quinta conservera de pescado española por volumen de facturación.

Los accionistas de la empresa fabricante de la marca Miau se enfrentan en una batalla por el control de la compañía que, a juicio de ejecutivos de la sociedad, 'puede arrastrar a la empresa a una auténtica catástrofe'.

Accionistas propietarios de un 49,69% del accionariado de Alfageme han forzado al consejo de administración a la convocatoria de una junta general extraordinaria para aprobar la puesta en marcha de una acción social de responsabilidad contra el presidente de la empresa, Fernando García del Valle, y el secretario del consejo de administración.

La junta está previsto que se celebre el próximo 24 de diciembre en primera convocatoria o el 26 del mismo mes en segunda.

El enfrentamiento obedece a una serie de medidas aprobadas por los accionistas de la sociedad en la junta general que se celebró el pasado 27 de agosto. El hermetismo con el que las diferentes ramas familiares accionistas han decidido conducir la crisis ha imposibilitado conocer qué puntos concretos se aprobaron en esa junta que ahora son objeto de enfrentamiento.

El presidente de la empresa declinó atender las llamadas de este periódico. En todo caso, el grupo accionista crítico contra la actual gestión presentará en la próxima junta de accionistas los argumentos jurídicos que la han llevado a impugnar ante los tribunales las decisiones adoptadas en la última junta de accionistas.

Los puntos aprobados que están en el origen del enfrentamiento son, según algunas fuentes, el cambio de órgano de administración de las sociedad, que comportó la sustitución del consejo de administración por dos administradores mancomunados.

Y derivado de este hecho, otro de los puntos de enfrentamiento es el nombramiento efectivo en la misma reunión de los dos administradores mancomunados citados.

La compañía gallega Bernardo Alfageme tiene su sede en la localidad pontevedresa de Vigo. Es en la actualidad la quinta conservera de pescado española por volumen de facturación. El pasado ejercicio ingresó un total de 78 millones de euros. Sus fondos propios ascienden a 11 millones y da empleo a 150 trabajadores.

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