La Expo 2010, un nuevo impulso para China
China subió ayer otro peldaño en la carrera por impulsar su presencia internacional. La Oficina de Exposiciones Internacionales eligió Shanghai como ciudad organizadora de la Expo 2010.
La vibrante ciudad china de Shanghai desbancó a sus cuatro candidatos -Yeosu (Corea del Sur), Moscú (Rusia), Querétaro (México) y Wroclaw (Polonia)- en la decisión de ser la sede de la Exposición Universal de 2010, lo que supone un nuevo respaldo al crecimiento económico del denominado Imperio del Centro. Tras lograr el año pasado los Juegos Olímpicos de 2008, que se celebrarán en Pekín, China consiguió a finales de año el perseguido objetivo de entrar en la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La consecución de la Expo supondrá una lluvia de inversiones sobre Shanghai, que ofrecerán buenas oportunidades a las empresas extranjeras.
El Gobierno ha dicho que gastará 3.000 millones de euros en proyectos de transporte e infraestructuras, y que la inversión total inducida alcanzará entre 15.000 y 30.000 millones. La candidatura de Shanghai contaba con el fuerte respaldo de Pekín, que se vio reflejado cuando el presidente chino, Jiang Zemin, afirmó en una carta de agradecimiento enviada al BIE que está convencido de 'que Shanghai 2010 realzará la causa de las exposiciones universales y contribuirá a la paz del ser humano'. La ciudad costera logró 54 votos en la cuarta vuelta, frente a 34 de Yeosu. Hubo una abstención.
La exhibición, que se celebrará entre el 1 de mayo y el 31 de octubre, se extenderá sobre una superficie de 400 hectáreas, e incluirá la construcción de un puente sobre el río Huangpu, que divide la metrópolis. El ayuntamiento se ha comprometido también a restaurar los viejos barrios.
Shanghai, corazón financiero, es una de las ciudades más activas del país. En la última década ha vivido una profunda transformación, que ha visto surgir rascacielos donde antes sólo había campos de cultivo. Entre 1997 y 2001, su producto interior bruto per cápita ha pasado de 1.000 euros a 4.500. Pero como en toda China, aún existen grandes desigualdades. La fuerte actividad que originarán los trabajos servirá para absorber una parte del paro que origina la reestructuración empresarial.
Una de las razones que los representantes chinos han esgrimido para lograr su designación es que en los 151 años de historia de las exposiciones universales nunca se ha celebrado una en un país en vías de desarrollo.
China calcula que Shanghai 2010 atraerá a 70 millones de personas. (La Expo 92 de Sevilla recibió 41,8 millones de visitantes, y Hannóver 2000, 18 millones.) Para ello, cuenta con el tamaño de su población y el creciente número de turistas extranjeros que llegan al país cada año en busca de su historia milenaria.