Un IVA reducido contra la piratería musical
La industria discográfica reclamó ayer la reducción del IVA aplicado a los discos del 16% al 4%, como ya ocurre con la mayoría de los productos culturales. Libros, periódicos y revistas; entradas para el teatro o el circo y hasta para parques de atracciones se benefician desde 1992 de un IVA reducido (de entre el 5 y el 10%) gracias a su calificación como bienes o servicios de interés cultural para la UE. En cambio, los discos, sin distinción de formato, revoluciones ni contenido musical, se gravan con un tipo normal de IVA que asciende en algunos países hasta el 25% (en España, del 16% frente al 4% en libros).
Frances Moore, directora para Europa de la Federación Fonográfica Internacional, denunció con rotundidad esta 'discriminación cultural' durante la presentación de una plataforma constituida expresamente para pedir a la Comisión Europea 'un respiro'. Un respiro fiscal es, en concreto, lo que reclama la coalición de productores, editores, distribuidores y artistas musicales, en representación de una industria valorada en 20.000 millones y que genera 600.000 puestos de trabajo en Europa. Y que, a diferencia de la cinematográfica, como pusieron de relieve sus representantes, cuenta con tres multinacionales europeas (BMG, EMI y Universal) entre las cinco mayores del mundo.
'El disco es vital para la salud económica de todo el sector', enfatizó Jean-François Michel, en nombre de la Oficina Europea de la Música, diagnóstico avalado por unas ventas que reportaron en el año 2000 más de 12.000 millones. Pero la piratería (uno de cada tres discos, en España, es pirata), la oferta gratuita en Internet y el fin del proceso de sustitución de los discos de vinilo está reduciendo los márgenes de la industria y pone en duda su futuro. Las ventas mundiales cayeron desde los 4,1 millones de unidades en 1997 a 3,3 millones el año pasado. 'Sin música, la vida es un error', cita el sector a Nietzsche en su grito de socorro.
El sector considera que la reducción del IVA hasta el 5,5% puede disparar las ventas hasta un 40% en tres años, porque permitiría situar el precio por debajo de los 15 euros. El Gobierno francés, firme partidario de la iniciativa, considera que ese precio constituye el umbral psicológico por debajo del cual se dispara la propensión a comprar. Sobre todo, para la clientela habitual de las discográficas, cuya edad oscila entre 15 y 25 años. Todos los representantes de la cadena de producción y distribución se comprometieron ayer a pasar intacto al cliente final el margen de la rebaja que concedan los Gobiernos. La pérdida de ingresos para el fisco se compensará de sobra con la pérdida de atractivo de las versiones piratas, aseguran.