Telefónica promete cumplir las normas antifraude de EE UU antes de que se definan
Telefónica se ha adelantado a las compañías españolas, e incluso al propio reglamento que desarrolla la norma, y ha prometido cumplir por lo menos los primeros desarrollos de la Ley Sarbanes-Oxley, la polémica regulación antifraude de EE UU. Según asegura la compañía, el consejo de administración de ayer aprobó una 'nueva normativa en materia de información y control financiero-contable', que supone la aplicación de los 'primeros reglamentos de desarrollo' de esta ley.
En concreto, la operadora alude a la certificación de cuentas por parte del presidente y del director general de finanzas, así como al establecimiento de un sistema de responsabilidades en la elaboración de la información financiera. La certificación de las cuentas es una de las pocas certezas que existen sobre la ley antifraude. Aunque la norma ya está aprobada, queda por ver qué sucede con el reglamento que la desarrolla, sobre todo dado el vacío de poder que hay en la SEC, el organismo regulador de los mercados de EE UU.
Telefónica no ha precisado si adoptará todas y cada una de las decisiones que se adopten en la Ley, que contempla la posibilidad de exigir el cambio de auditores cada cinco años, o reduce los plazos para presentar los resultados financieros.
De hecho, no está claro que las empresas europeas tengan que cumplir con toda la regulación. La última vez que se habló de ello, la SEC estudiaba flexibilizar la norma para las compañías extranjeras, después de las fuertes presiones de las sociedades alemanas. Las empresas españolas, sin embargo, nunca han protestado por la aplicación de esta ley, porque no supone demasiados cambios para ellas.
Todo apunta, no obstante, a que el cumplimiento será obligatorio y el anuncio de Telefónica es sólo un anticipo de que lo tendrán que hacer todas las empresas españolas cotizadas en EE UU. Telefónica, por tanto, cumplirá la legislación estadounidense, pero no el Código Olivencia español, que recomienda, por ejemplo, individualizar en las memorias las retribuciones percibidas por cada consejero.