Sonidos astures en AirPlus
El director de esta compañía dedicada a los viajes de negocios, Luis Valdés, echa de menos su Oviedo natal. Para trabajar necesita espacios amplios, mobiliario de color madera y vistas a zonas verdes
Un halo de misterio y de timidez envuelve a este ejecutivo. La entrevista prefiere que no transcurra en su despacho en presencia de testigos, sino ante un café en uno de los locales con más solera del madrileño Paseo de Recoletos. Luis Valdés, nacido en Oviedo hace 35 años y director de AirPlus para España, Italia y Portugal, empresa dedicada a la gestión de viajes de negocios, es un hombre correcto y con una gran sensibilidad para los detalles. Del bolsillo de su chaqueta extrae uno de los bienes más preciados que le acompañan en su lugar de trabajo: un disco con los sonidos naturales de su tierra, Asturias. 'Me gusta recordar el lugar en el que nací mientras trabajo. Lo necesito y lo pongo de fondo. Me encanta. Además, soy ecologista'. Esta tendencia dice haberla importado de Alemania, país dónde comenzó su carrera profesional en las Líneas Aéreas Paraguayas y en la brasileña Varig.
Trabaja siempre con la puerta abierta, le gusta sentirse próximo a aquellos con los que se relaciona, aunque prefiere que las interrupciones sean las mínimas. 'Me concentro tanto que, si no es por algo importante, prefiero que no me interrumpan'.
Habla despacio, con el ritmo cadencioso que tiene el acento asturiano. No le gusta perder el tiempo. 'Y es que hay dos tiempos, el perdido y el ganado'. No tiene horarios. Trabaja de 7.30 de la mañana a once de la noche. A pesar de ello, en la oficina no permanece nunca más de ocho horas. 'Paso mucho tiempo con los clientes y mi dedicación se debe a ellos', señala.
Entre sus manías, reconoce que no le gusta cerrar el ordenador sin antes haber contestado los mensajes del correo electrónico, aunque se queja del exceso de información que se transmite a través de este canal.
Otras exigencias son los espacios amplios, los colores de la madera y las vistas. Todo esto lo tiene garantizado en el despacho que ocupa desde el pasado verano, con vistas a uno de los paseos más arbolados de Madrid.
Valdés se define como una persona en constante aprendizaje. No en vano, con 25 años se estrenó como directivo. 'Tuve que aprender a llevar gente. Los ejecutivos tenemos que tomar decisiones sobre el negocio y saber llevar equipos humanos. Es mucho más importante la faceta humana que la técnica'. Y apunta que un directivo es lo que es su gente. 'El secreto del éxito son las personas'. Por ello, Luis Valdés recuerda que a raíz del atentado del 11 de septiembre el negocio de AirPlus se resintió, 'ya que los viajes de negocios de los ejecutivos disminuyeron'. A pesar de ello, la compañía que él dirige no despidió a ningún trabajador.
El secreto de su éxito como directivo se encuentra en ofrecer al equipo de profesionales que trabaja a su lado las herramientas necesarias para que puedan desarrollar su trabajo en condiciones óptimas: 'Procuro averiguar qué les motiva, trato de desnudar los sentimientos y trato de que me conozcan, de que me vean como una persona cercana'. Y agrega que el éxito o el fracaso de una compañía está en manos de los ejecutivos intermedios. 'No deberían ser un freno o una barrera para la gestión de los empleados. Tienen que anteponer el éxito de la empresa a sus intereses personales'.
Luis Valdés se incorporó hace dos años como ejecutivo a la plantilla de AirPlus, empresa dedicada al desarrollo de paquetes de soluciones a través de Internet y sistemas de tarjetas para reducir los costes en los procesos de gestión de los viajes de empresa. La compañía, con 550 empleados en todo el mundo, está presente en España desde 1998 y sus soluciones se utilizan en 18 países.
Alumno ejemplar
Luis Valdés realizó estudios de dirección comercial en Icade, que acaba de completar con un máster en Dirección de Empresas en la Escuela de Organización Industrial (EOI). De este centro acaba de recibir uno de los premios más codiciados, el de Alumno del Año. 'Me ha servido de mucho hacer el máster porque te da otra visión y se aprende a tratar con la gente'. Este ejecutivo no tiene problema en compaginar su vida personal y profesional. 'Cuando trabajo desconecto de mi vida personal'. Le gusta la lectura, sobre todo Mario Vargas Llosa y Arturo Pérez Reverte, y deportes, especialmente el ciclismo.