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Arte

La antigüedad rentable

Casi 200 anticuarios y galeristas muestran desde hoy en Feriarte una selección de 16.000 obras ajenas al paso del tiempo

Cuando el mercado de valores atraviesa horas bajas, el arte y las antigüedades se convierten en la alternativa de inversión más sólida y segura'. Antonio Serrano, presidente del comité organizador de la Feria Internacional de Arte y Antigüedades, Feriarte, y presidente de la Asociación de Anticuarios de Madrid, apuntala su razonamiento con más argumentos: la alta rentabilidad -hay piezas que pueden alcanzar revalorizaciones anuales entre el 10% y el 15%-, la seguridad -las antigüedades se consideran valor refugio- y una plusvalía añadida, el disfrute de las obras.

En arte y antigüedades, sin embargo, no todo vale. Hay que seleccionar lo que se compra, y en momentos como el actual más que nunca, añade el galerista Daniel Cardani. Los anticuarios brindan al inversor su asesoramiento desde hoy y hasta el próximo 1 de diciembre en Feriarte. Casi 200 anticuarios y galeristas se dan cita en una feria que se encuentra entre las tres más importantes del mundo para mostrar más de 16.000 obras ajenas al paso del tiempo. Desde un vaso cerámico Rython (Magna Grecia, siglo IV), la pieza más antigua de la presente edición, hasta un perchero paragüero de hierro forjado y porcelana, obra de Gaudí, regalo de boda del artista al nieto de José María Bocabella, el promotor de la fundación que se encarga de construir el templo de la Sagrada Familia (Xarrie Anticuario). Dos obras que son el referente de calidad que persigue Feriarte.

Hay objetos de diferente naturaleza y estilo: muebles, piezas de arqueología, pintura, escultura, joyas, relojes, pintura, porcelanas, etc. El único requisito exigido es la antigüedad, más de cien años, excepto para aquellas obras de extraordinaria calidad, como es el caso de los estilos art nouveau y art déco y la pintura de autores contemporáneos. Tampoco tienen cabida piezas que han sido restauradas en más de un 30%.

Un comité de admisión vela por el cumplimiento de estas normas. Está presidida por María de los Ángeles Rato, presidenta a su vez de la Federación de Anticuarios de España, e integrado en un 70% por especialistas en las distintas disciplinas del arte sin actividad comercial, por ejemplo catedráticos o directores de museos, y en un 30%, por anticuarios. La comisión revisa las piezas reunidas en los días previos a la apertura de la feria y comprueba que cumplen los requisitos de antigüedad, calidad y restauración permitidos. Además, si un cliente lo desea, puede solicitar al anticuario vendedor un certificado de la pieza adquirida. La certificación de obras es una garantía para asegurar una mejor cotización en una posible venta posterior.

Para ganar dinero con el arte, la máxima es comprar obras de calidad, porque aunque al principio haya que pagar algo más, el dinero se rentabiliza sobradamente. Por ello, insisten los anticuarios, hay que ponerse en manos de los que saben, es decir, los anticuarios y galeristas. Carmen Ferrán, directora de la empresa de valoraciones de arte del mismo nombre, orienta al inversor hacia la pintura, tanto las grandes firmas del XVII como la del siglo XIX, aunque en el último caso para los inversores con alto poder adquisitivo. Para esta experta, la pintura española es muy apreciada en todo el mundo, sobre todo, los bodegones, por su componente decorativo. En la selección de Feriarte se encuentran obras como Jardín de Corte con figuras, de la escuela flamenca del siglo XVII (Antigüedades Serrano, valorado en unos 27.600 euros) o Lección de Música, de Raimundo de Madrazo (Monasterio Antigüedades). A ellos se suman los trabajos de Antoni Clavé, Joaquín Sorolla y Rafael Zabaleta, entre otros.

Para los que cuentan con poco presupuesto, Daniel Cardani les propone dirigirse a la obra en papel, acuarela o dibujos a color.

Aunque si el fin es disfrutar la obra y no tanto la inversión, la elección es el mueble, porque el antiguo nunca perderá valor, lo que no ocurre con el actual. Feriarte presume de ser uno de los mejores escaparates para la compra de mobiliario de distintos estilos, que en su mayor parte son objetos únicos. Entre las propuestas de la feria, figura una mesa bouillotte de palo de rosa y marquetería, estilo Luis XV, del siglo XVIII (Isabel Lara), y una pareja de consolas españolas en madera tallada y dorada con tapa de mármol, del siglo XVIII (Restelo).

Piezas únicas unas, insólitas otras, todas de gran valor artístico, y muchas -en contra de la frecuente impresión-, asequibles para los visitantes. Los objetos que más fácilmente están alcance del público pertenecen al capítulo de las artes decorativas. En Feriarte se ofrecen pequeños amuletos egipcios contra el mal de ojo y la mala suerte a partir de 50 euros (Jesús Vico). El arte oriental concentra cada vez mayor interés. En la feria se encuentran porcelanas y figuras, como la Dama Tang con barniz amarillo de Meiping, del siglo VIII-IX, con un precio de 600 euros (Meiping). En joyería, hay colecciones de mariposas de oro, platino, rubíes, zafiros y esmeraldas o sortijas art déco, piezas que rondan los 300 euros (Bárcena). También, relojes de bolsillo fabricados a partir del siglo XVIII con precios desde 60 euros (Casa Ros). Entre la variedad de objetos de plata, es posible encontrar una tetera del siglo XIX por 120 euros, calzadores con mango de plata inglesa desde 54 euros o pitilleras a partir de 155 euros (Ondarbide).

En la presente edición, Feriarte ha recortado el espacio expositivo a sugerencia de los visitantes, de tal forma que la nueva distribución en el pabellón 10 del Parque Ferial Juan Carlos I recorta en 1.200 metros cuadrados el espacio del año anterior e incluye varias áreas de descanso. La organización espera superar los 38.500 visitantes del pasado año, cifras que consolidan a Feriarte entre las primeras citas del calendario internacional, con una presencia extranjera cada vez mayor, como demuestra que en la pasada edición el 64% de los expositores de 2001 establecieran algún tipo de relación comercial con adquirentes de fuera de España.

Entre muebles, pinturas y demás antigüedades, Feriarte reserva un espacio al Museo Nacional de Artes Decorativas, que en esta ocasión trae una selección de objetos de cerámica salidos de la fábrica de Alcora (Castellón), fundada en 1727 por el conde Aranda.

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