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Actividad

Aznar pide más inversión para competir y Cuevas insiste en salarios más flexibles

No fue un debate al uso, pero todos tuvieron su turno para intervenir. El presidente del Gobierno, José María Aznar; el presidente de la patronal, José María Cuevas, y los secretarios generales de CC OO, José María Fidalgo, y de UGT, Cándido Méndez, expusieron ayer, durante unas jornadas sus recetas para mejorar la competitividad de las empresas y aumentar la productividad del trabajo.

'En la productividad está la raíz de la prosperidad', sentenció ayer Aznar. Acto seguido criticó a los empresarios que 'durante muchos años han logrado crecimientos de productividad mediante la destrucción de puestos de trabajo' y añadió que 'poner a muchos españoles en la calle es una triste manera' de mejorar la competitividad de una empresa 'que rechazamos'.

Para el presidente del Gobierno, 'el camino hacia la productividad' está muy claro: requiere invertir más en infraestructuras, en capital humano, en apostar por la investigación, el desarrollo y la innovación. Así como seguir ahondando en el equilibrio presupuestario, la liberalización de los mercados y la rebaja de impuestos.

Según Aznar, el Gobierno ya ha hecho sus deberes en todos estos aspectos y ahora les toca a empresarios y sindicatos.

Si bien recientemente los datos del Banco de España han puesto de manifiesto que el nivel de convergencia del stock de capital español con la UE, que a primeros de los noventa había acortado notablemente, ha sufrido una importante ralentización en los últimos años.

Los sectores donde se detectó mayor ralentización de este nivel de convergencia fueron la inversión en I+D y la educación, lo que apunta al Ejecutivo y a los empresarios como culpables de este deterioro.

En cualquier caso, el presidente del Gobierno instó ayer a las empresas a que apuesten más por la tecnología y la investigación y que apoyen la mejora continua de la formación de sus empleados.

Cuevas, que intervino después de Aznar, recogió este guante, aunque no de forma explícita, y explicó su propia visión de cómo mejorar la productividad.

En un principio, el líder de la patronal admitió que CEOE ya ha alertado sobre la pérdida de competitividad y del deterioro de la productividad. De hecho, Cuevas citó un informe de esta organización en el que se explica que desde 1998 España ha perdido dos puntos de cuota de mercado de sus exportaciones y que la productividad del sector trabajo en España significa sólo el 65% de la de EE UU y el 94% de la de la UE.

Este informe indica que es necesario invertir 15.025 millones de euros en un periodo de cuatro a seis años en infraestructuras de la sociedad de la información, de los cuales el 80% debe correr a cargo de los empresarios.

Reforma salarial

Pero admitido esto, Cuevas hizo hincapié en la vía que tradicionalmente ha sido la más competitiva de todas para las empresas españolas, y que no es otra que los bajos costes laborales.

Alertó de que esta ventaja competitiva, 'de la que aún no podemos prescindir totalmente, se está agotando' a medida que convergemos con el resto de los países comunitarios y ante la entrada en la UE de los Estados del este de Europa.

Ante este agotamiento de la ventaja competitiva que suponen los bajos costes laborales, Cuevas propuso la necesidad de buscar otras fórmulas salariales que, en definitiva, mantengan dicha ventaja.

Así, propuso que en las negociaciones de los convenios, en sectores y empresas se reforme la estructura salarial 'evitando complementos salariales que no tengan relación con la productividad y con el cumplimiento de objetivos'.

De esta forma, Cuevas abogó por investigar nuevas fórmulas retributivas de salario diferido, que estén completamente ligadas a la productividad del trabajador.

Para el líder patronal este cambio en la estructura salarial es imprescindible si se quiere acabar con paradojas del mercado laboral. Entre ellas, que 'se esté importando mano de obra de otros países con las actuales tasas de paro de España' y las grandes disparidades regionales en materia de empleo.

Cuevas destacó, además, el hecho de que la contratación a tiempo parcial no funcione pese a los altos niveles de temporalidad en el empleo. 'La temporalidad sigue siendo demasiado alta y hemos detectado que su abuso coincide con las etapas más rígidas', dijo Cuevas, que también reclamó más desregulación en este terreno.

Los sindicatos exigirán mejoras tecnológicas y menos temporalidad

Las recetas de José María Aznar para mejorar la productividad no dejaron fuera a los sindicatos. Tras recomendar a los empresarios mayores inversiones en formación e innovación tecnológica, les tocó el turno a las centrales. 'A los sindicatos corresponde contribuir con flexibilidad a los cambios organizativos y productivos que se derivan de la adaptación de la empresa a los cambios impuestos por el entorno'. Es más, volvió a insistir en que los sindicatos no deben conformarse con estas modificaciones, 'sino que deben demandar de los empresarios la innovación y la capitalización tecnológica'. Al secretario general de CC OO, José María Fidalgo, le faltó tiempo para aceptar esta recomendación. El líder sindical sentó lo que para las centrales serán 'las bases' para la renovación del acuerdo de negociación colectiva para 2003 con la patronal, que están negociando en estos momentos. Después de que el secretario general de UGT, Cándido Méndez, y Fidalgo mostrarán su decidida disposición a renovar dicho acuerdo, el líder de CC OO precisó que aceptarán mayor flexibilidad interna (en la organización del trabajo y de la jornada) a cambio de menos flexibilidad externa (contratos temporales y despidos). La otra parte del acuerdo que propuso Fidalgo responde más directamente a la última recomendación de Aznar y consiste en mantener un crecimiento moderado de los salarios el próximo año a cambio de que los empresarios mejoren su inversión en innovación y tecnología. Méndez, por su parte, precisó que las centrales no abandonarán sus demandas salariales basadas en la previsión de inflación, las cláusulas de revisión salarial (irrenunciables) y la productividad. En este escenario, Aznar hizo una defensa a ultranza del diálogo social en estos últimos seis años y precisó que sin él 'no se habrían cosechado todos estos éxitos'.

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