La UE extremará el control de los analistas de las firmas de inversión
La nueva directiva sustituirá el texto que en 1993 dotó a las firmas de inversión y los bancos de un pasaporte europeo para ofrecer sus servicios en todo el territorio comunitario. El nuevo proyecto de directiva marco toma en cuenta, según la Comisión, los enormes cambios que han sufrido los mercados en la última década y en especial la mayor interrelación entre los mercados financieros nacionales. Entre 1996 y 2001, las operaciones de inversión transfronteriza aumentaron hasta un 25% anualmente.
En los años noventa se popularizó, además, la participación de los inversores particulares en los mercados bursátiles, y las propias Bolsas dejaron de ser en muchos casos sociedades públicas para convertirse en entidades privadas, que compiten fieramente por acaparar la actividad inversora de allende sus fronteras.
La directiva, siguiendo el nuevo modelo de legislación bursátil aprobado a comienzos de 2002, fija los principios generales que deberán primar en los servicios de inversión. El recién creado Comité de Valores Europeo, en el que se encuentran representados los 15 Estados miembros, se encargará de desarrollar esos principios con normas precisas y detalladas que se puedan actualizar con carácter casi inmediato.
Bruselas prevé que 19 de los 66 aspectos abordados en la directiva deberán ser precisados por el comité, en la mayoría de los casos abocando a una gran armonización en la UE. El texto ya apunta a los analistas financieros de las firmas de inversión como uno de los objetivos de esta nueva regulación. 'Una preocupación especial', señala la CE, 'es asegurar que los conflictos de interés entre el analista y la firma para la que trabaja no dañen los intereses del inversor'.
El estallido de la burbuja tecnológica a partir de 2000 puso de manifiesto una complicidad, a veces nada inocente, entre las firmas de inversión y los valores que sus analistas recomendaban sistemáticamente. En EE UU se han llegado a producir denuncias por una supuesta manipulación bursátil.
La UE intentará garantizar que la labor de los analistas respeta 'los estándares éticos y la profesionalidad más exigente', por lo que someterá a las firmas que ofrezcan servicios de inversión y análisis a nuevas normas sobre el control de los conflictos de interés. Los analistas independientes quedarán excluidos de las nuevas normas.
'Si queremos cosechar los enormes beneficios de un mercado único de servicios financieros necesitamos que los grandes y pequeños inversores inviertan en otro Estado miembro con confianza', señaló ayer el comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein.
La ley marco reafirma el derecho de inversores e intermediarios para ejecutar operaciones transfronterizas con la misma libertad que las nacionales y sin ningún requisito legal adicional.
La nueva ley sustituye el antiguo sistema de reconocimiento mutuo de las legislaciones nacionales por la supremacía de la legislación del país de origen de la firma inversora. La Comisión ha adoptado desde 1999 este nuevo planteamiento, por considerarlo más ágil, aunque las organizaciones de consumidores temen que someta al inversor a una normativa que no conoce.
La nueva ley chirría con algunas prácticas del mercado
El proyecto de directiva europea sobre servicios de inversión, que ayer inició su largo trámite legislativo, chirría con algunas de las prácticas habituales en los mercados europeos. El Parlamento Europeo y los ministros de los 15 Estados miembros deberán ahora afinar el texto.La primera queja ha partido de los bancos de inversión y plataformas de negociación que realizan operaciones al margen los mercados bursátiles, una práctica extendida en Reino Unido y Alemania. El proyecto de ley europea prevé exigir que las firmas de inversión anuncien el precio y volumen de estas operaciones, así como las órdenes de venta o compra que no ha podido ejecutar. Los operadores de este tipo de operaciones, que se ahorran las tasas de las Bolsas, aseguran que la viabilidad de su actividad se encuentra amenazada; Bruselas asegura que la nueva norma es la única garantía de que los precios cotizados en los mercados bursátiles responden a la realidad. Los asesores financieros independientes, un gremio pujante en el Reino Unido, son la otra víctima del proyecto de ley. La labor de estos gestores de la cartera del pequeño inversor se encontrará sometida a partir de ahora a las normas de la directiva europea siempre que su actividad sea transfronteriza. Los europarlamentarios británicos ya han expresado su inquietud ante el riesgo de que la ley acabe con esta actividad. El comisario europeo de Mercado Interior, Frits Bolkestein, recordó ayer en la presentación de la directiva que 'necesitamos que las firmas de inversión sean capaces de trabajar en cualquier sitio de la UE bajo una supervisión rigurosa capaz de erradicar estafadores y charlatanes'. Hasta ahora, se había acusado al departamento de Bolkestein de ajustar sus propuestas al modelo financiero anglosajón, pero la nueva directiva chirría tanto en Londres como en Francfort.