Francia acepta por primera vez abrir su mercado eléctrico en 2007
La reiterada negativa francesa a liberalizar su mercado eléctrico, que ha bloqueado acuerdos comunitarios en los últimos meses, empieza a ceder. Ayer, el Gobierno de París mostró su disposición a que se fije una fecha para desregular el suministro de electricidad y gas natural a los hogares en la Unión Europea, aunque algunos años más tarde de lo previsto y bajo ciertas condiciones.
El pasado mes de marzo, en Barcelona, el presidente francés, Jacques Chirac, impidió cerrar un acuerdo en la UE para abrir el mercado eléctrico para hogares y pequeñas empresas, que Bruselas proponía para 2005. La liberalización para clientes industriales sí está prevista para 2004. El asunto volverá a tratarse el próximo día 25, cuando se reúnen los ministros europeos de Energía en Bruselas. Dinamarca, que ocupa la presidencia de la UE, pretende fijar para 2004 la apertura para pequeñas y medianas empresas y en 2005 para todos los demás usuarios.
Nicole Fontaine, titular francesa del ramo, afirmó en rueda de prensa que 'Francia está plenamente dispuesta a aceptar que se fije una fecha con dos condiciones'. La primera, explicó, es que se establezca un plazo 'razonable' y 'no demasiado próximo', que concretó entre los años 2007 y 2009, en el que las empresas eléctricas se prepararían para competir por el cliente particular. La segunda condición sería que esa apertura sólo se concretaría después de que se realice un estudio, lo más tarde a finales de 2006, sobre el impacto que ha tenido la liberalización del suministro a los clientes industriales en los precios, la calidad del servicio y el grado de apertura efectiva de dichos mercados.
Cambio de política
Es la primera vez que Francia, que tiene el tercer mayor mercado eléctrico europeo, sugiere una fecha para la libre competencia, aunque ya había citado el periodo 2007-2009 como mera posibilidad el pasado 4 de octubre.
La Comisión Europea declaró que espera que los ministros alcancen un acuerdo político sobre la fecha de liberalización la próxima semana. El portavoz de la vicepresidenta y comisaria de Energía y Transportes, Loyola de Palacio, mostró la satisfacción del Ejecutivo comunitario por la posición favorable a poner en marcha la liberalización desde 2007 manifestada por Francia.
Como el desarrollo de la liberalización eléctrica se realiza a través de una directiva, París no disponía ya de poder de veto. La ministra admitió que quedar en minoría habría sido una situación incómoda para su Gobierno.
El Ejecutivo conservador surgido de las últimas elecciones en Francia trata de mantener cierto equilibrio entre la presión europea por la liberalización y la protesta de los sindicatos, movilizados en defensa del carácter público de æpermil;lectricité de France (EDF) y Gaz de France (GDF). Ambas compañías suman unos 150.000 empleados y un número similar de pensionistas.
Los sindicatos han convocado una jornada de protesta para el día 26, el siguiente a la reunión de ministros energéticos de la UE. Inicialmente prevista para defender al sector ferroviario, la convocatoria se ha extendido a todo el sector público francés. La privatización parcial de las participaciones del Estado en EDF y GDF ya fue respondida por unos 60.000 manifestantes el pasado 3 de octubre.
Nicole Fontaine trató de calmar a los empleados afirmando que la apertura a la competencia no afectará a la situación legal de la plantilla ni a la continuidad de las compañías estatales. 'Estaremos en contra de cualquier intento de desmantelar EDF o GDF', afirmó.
EDF, la mayor compañía eléctrica de Europa, es un práctico monopolio en el mercado francés, donde vende más del 90% de la electricidad. Ha realizado adquisiciones en Italia, Reino Unido, Alemania, Bélgica y España, donde participa en Hidroeléctrica del Cantábrico. Sus derechos políticos en esta compañía fueron suspendidos por el Gobierno debido a la presencia del Estado francés en EDF.