Zapatero defiende un techo máximo del 40% del PIB para el gasto público
Su intervención en unas jornadas organizadas por The Economist le sirvió ayer a Zapatero para anticipar algunos ejes básicos del programa con el que concurrirá a las elecciones, elaborado a partir de dos premisas: el Gobierno del PP ha agotado el actual modelo de crecimiento y, en segundo lugar, ha tirado la toalla en la liberalización de la economía por su 'pereza reformadora'.
El líder socialista aseguró que la pérdida de competitividad, las rigideces en algunos mercados y las tensiones inflacionistas son producto de un modelo de crecimiento agotado, de baja calidad, basado en el aumento de la demanda pero huérfano de inversión productiva.
Además del aumento de la productividad, el fomento del empleo estable y la mayor atención a la inversión tecnológica, Zapatero consideró imprescindible cambiar la política presupuestaria de forma que asuma la estabilidad 'sin fundamentalismos'. Ello implicará modificaciones en la estructura del gasto público para hacerlo más eficiente. El PIB sobrepasó el año pasado 651.000 millones de euros. Zapatero defendió que con un gasto público anual situado en un techo del 40% de esta cifra sería suficiente para converger con la UE en el plano económico y social.
El año pasado el gasto público se situó en el entorno del 29% sin tener en cuenta a comunidades autónomas y ayuntamientos. El total del gasto agregado alcanzó el 39,9% del PIB, según datos de Hacienda.
Las prioridades en el gasto deberían centrarse, según el líder socialista, en el fomento del empleo, la inversión en nuevas tecnologías, la educación y las ayudas a la investigación. Los controles que harían este gasto más eficiente se canalizarían a través de una oficina presupuestaria establecida en el Congreso, de una agencia de evaluación de las políticas públicas y de un comité de expertos con sede en la Presidencia del Gobierno.
Zapatero criticó la inseguridad jurídica a la que conduce el continuo cambio de la normativa fiscal y acentuó la importancia que tiene el desboque de la inflación para la competitividad. Tanto es así que defendió un gran acuerdo social 'entre todos los agentes implicados' para contener los precios y dotar de credibilidad a la política del Gobierno en este terreno. Zapatero considera un error fijar las tarifas del teléfono y la luz 'a golpe de IPC' y censuró las amenazas veladas lanzadas desde el Ejecutivo contra algunos sectores empresariales que han subido los precios. A su juicio, la receta en una economía libre de mercado consiste en introducir mayor competencia.
Rebaja de cotizaciones
Algunos de los principales asesores de Zapatero complementaron ayer algunos de los ejes de su futuro programa electoral. El portavoz de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, subrayó la necesidad de rebajar la temporalidad laboral y criticó el incumplimiento del pacto de Toledo en lo que afecta a la separación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social, con la consiguiente confusión en el estado de las cuentas públicas.
Sevilla defendió también una rebaja de las cotizaciones sociales y la mejora de las prestaciones más bajas, aprovechando la actual situación de superávit que presentan las cuentas del organismo público.
El portavoz de Hacienda del Grupo Socialista, Germà Bel, negó que el crecimiento endógeno de la economía española, es decir, sin contar lo que recibe de la UE, supere al de la media comunitaria, y criticó el escaso esfuerzo que se realiza desde el Gobierno para modernizar las infraestructuras. Como referencia, citó que el año que viene el 53% de la inversión en este área recaerá sobre el ciudadano a través de las tasas por usuario, mientras que el resto corresponderá al presupuesto público. La política de infraestructuras adolece, en su opinión, de 'saturación ideológica' a partir de las decisiones que toma el Ejecutivo del PP ajenas al interés general.
El diputado acentuó también los problemas de eficiencia que plantea la próxima reforma del IRPF y defendió dos medidas que el PSOE incluirá en su programa: integración del Servicio de Defensa de la Competencia, ahora dependiente de Economía, dentro del tribunal del mismo nombre, y la absorción por éste de las competencias sobre concentraciones empresariales.
El portavoz socialista de Empleo, Ramón Jáuregui, anticipó nuevas normas para fortalecer la formación de los trabajadores, aumentar su participación en la gestión y el beneficio de las empresas y fomentar la ética sociolaboral y el esfuerzo medioambiental de las sociedades que cotizan en Bolsa.
Aznar descalifica mientras Arriola toma apuntes
La reacción de José María Aznar a las propuestas de José Luis Rodríguez Zapatero llegó sólo tres horas después, al aprovechar una rueda de prensa conjunta con el primer ministro rumano, Adrián Nastase. A juicio del presidente, las iniciativas de Zapatero producen 'perplejidad' y son 'insolventes', ya que contradicen cuestiones que 'se enseñan en primero de una Facultad de Economía', informa Efe.Aznar aseguró que es 'muy difícil' entender cómo se puede poner un límite del 40% al gasto público, mientras se defienden enmiendas a los Presupuestos que elevarían el déficit público al 6%. 'Es absolutamente imposible', sentenció. La intervención de Zapatero en las jornadas y los discursos del resto de su equipo fueron seguidos con atención, bolígrafo y cuaderno en mano, por el asesor del presidente del PP, Pedro Arriola.