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Normativa

Rato ultima una norma para emitir preferentes en España

Economía, Hacienda y el Banco de España estudian en estos momentos la creación de una norma para que las entidades financieras españolas puedan emitir participaciones preferentes en España en lugar de acudir a paraísos fiscales.

En un principio, y tras las reiteradas peticiones de las cajas de ahorros, el PP estudió incluir vía enmienda en el proyecto de la Ley Financiera la posibilidad de que bancos y cajas pudieran realizar esta operativa desde el mercado español. Pero, finalmente, se optó por no incluirlo en dicha ley.

Tras rechazar esta posibilidad, técnicos de los Ministerios de Economía y Hacienda y del Banco de España han creado un comité para desarrollar una normativa que permita la emisión de este instrumento en España. Fuentes conocedoras de estas negociaciones afirman que la futura normativa pasaría por que sea voluntaria, es decir, que sea el banco o la caja en cuestión el que decida si quiere emitir participaciones preferentes en España o acudir a un paraíso fiscal.

Tanto Economía como el Banco de España son partidarios de esta posibilidad, y más a raíz de los escándalos de las cuentas secretas del BBV o Gescartera, relacionados en parte con paraísos fiscales.

Estos casos han comenzado a minar algunos sectores, que no ven con muy buenos ojos que las entidades financieras españolas acudan a paraísos fiscales, aunque sea una práctica habitual. Y en el caso de las cajas de ahorros, más, ya que se consideran entidades sin ánimo de lucro, cuyos beneficios revierten a la sociedad. Por ello, entienden que la creación de sociedades financieras en estos paraísos, necesarias para emitir preferentes, dañan la imagen del sector.

El problema deriva de Hacienda, ya que estas sociedades (filiales al 100% de bancos y cajas y que son las emisoras de estas participaciones) situadas en paraísos fiscales como las Islas Caimán están exentas fiscalmente.

No en vano sólo la legislación anglosajona permite la creación de estas sociedades. En España presentan incompatibilidades con la Ley de Sociedades Anónimas.

El proyecto que se debate en la actualidad es que se puedan crear estas sociedades en España, pero contando con ventajas fiscales, aunque no estén exentas de tributar. Los técnicos barajan una horquilla de entre un mínimo del 1% y un máximo del 5% como impuesto de sociedades para estas entidades, en vez del 35% que se aplica a todas las empresas.

'Un impuesto más alto no haría rentable la constitución de estas sociedades en España y, al final, todas las entidades financieras seguirían emitiendo preferentes desde las Islas Caimán', aseguran fuentes de la Administración.

Otras fuentes aseguran que es mejor dejar que la banca constituya en el mercado nacional estas sociedades antes que en paraísos fiscales, aunque se tenga que hacer una excepción en su tributación. 'Es mejor que tributen poco antes de que no tributen nada. Además, es mejor que los fondos que mueven estas participaciones preferentes estén controlados desde España, y no en paraísos fiscales'.

Saldo de 11.600 millones

En la actualidad, las entidades financieras españolas tienen en circulación más de 11.600 millones de euros en preferentes. La primera entidad española en emitirlas fue Bancaja, en 1999, año en el que se creó este instrumento.

De hecho, esta entidades financiera colaboró con el Banco de España en la creación de este instrumento. Desde entonces y hasta mediados de 2001 las principales entidades financieras españolas empezaron a emitir participaciones preferentes como instrumento menos costoso que otros para captar fondos que, además, computan como recursos propios de primera categoría.

La aceptación de este instrumento fue tan grande por parte de los grandes bancos y cajas que a mediados de 2001 el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, recomendó al sector financiero que el cómputo de su emisión no excediera bajo ningún concepto el 30% de los recursos propios de las entidades.

El aviso no era gratuito, las preferentes habían supuesto más del 30% de los recursos propios de La Caixa y el Santander Central Hispano, y el BBVA estaba muy próximo.

Además, la banca comercializaba estas emisiones desde las ventanillas de sus oficinas como si fueran depósitos, sin explicar que su rentabilidad, entre otras cosas, está vinculada a los beneficios de la entidad. De hecho, las participaciones preferentes otorgan el derecho de obtener un dividendo especial abonable siempre que existan beneficios distribuibles y con preferencia al dividendo ordinario. En cuanto que son parte del capital, integran los recursos propios del grupo consolidable.

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