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José Ignacio Rodrigo

'El precio de la compañía lo ha puesto el mercado, no yo'

Le faltan horas para atender todos los frentes que tiene abiertos. Imputado por presuntas irregularidades en la venta de la funeraria municipal de Madrid, trabaja en el aterrizaje de la compañía en Argentina, mientras espera que la CNMV apruebe la opa que ha lanzado sobre el 10% de Funespaña, de la que ya posee el 26,77%

La opa de José Ignacio Rodrigo sorprendió al mercado no tanto por el precio de la oferta (4,5 euros por acción) sino por el momento elegido, en pleno proceso judicial por la adjudicación de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid. El fiscal que lleva el caso señala en el escrito de conclusiones que el proceso por el que el Ayuntamiento vendió el 49% de la funeraria municipal a Funespaña está plagado de irregularidades y acusa a Rodrigo de los delitos de maquinación para alterar el precio de las cosas, prevaricación y falsedad documental, entre otros.

Pregunta. ¿Por qué ha decidido lanzar esta oferta?

'Funespaña ha preferido bajar el margen pero mantener la cuota de mercado. Hemos pasado de ser una concesionaria en exclusiva a tener competencia''Esperamos un mayor beneficio que el año pasado, tanto neto como operativo, y una consolidación del balance'

Respuesta. Lo resumiría en dos palabras: confianza y tranquilidad. Confianza en el presente de la compañía y en su futuro. Funespaña es una sociedad solvente, que ha cumplido con sus accionistas mediante el pago de dividendos, que se ha consolidado en todas las áreas geográficas donde está presente y que ha saneado la deuda de la funeraria municipal de Madrid. Por lo tanto, es una empresa donde merece la pena invertir. También es un mensaje de tranquilidad. Con las incertidumbres judiciales había quien aventuraba que las acciones iban a caer hasta los dos euros. Nosotros consideramos que no hay ningún motivo para el derrumbe del valor.

P. Habla de confianza, pero ¿cree que está lanzando un mensaje de confianza cuando ofrece 4,5 euros por acción, un 65% por debajo del precio que pidió al mercado en la salida a Bolsa de la compañía en 1998?

R. Está hablando de dos cosas distintas. Hay que distinguir entre valor y precio. El que ha marcado el precio de las acciones es el mercado, no yo. La oferta, el día que la presenté, era sustancialmente superior al precio de mercado que tenían las acciones de Funespaña en ese momento. También era superior al precio medio de cotización de los últimos dos meses y representaba una prima cercana al 30% respecto al mínimo histórico que habían alcanzado los títulos dos semanas antes de la opa. Es una buena oferta para aquellos inversores que quieran vender sus acciones a un precio mayor al de mercado. En segundo lugar, usted hace referencia al precio de colocación. En este punto hay que distinguir el precio de una operación pública de venta (OPV) del de una oferta pública de suscripción de acciones (OPS). En 1998 hicimos una OPS para fortalecer el balance de la compañía, cuando las circunstancias de mercado eran totalmente distintas a las de ahora. Le podría enumerar muchas compañías que han visto cómo sus acciones han caído más de un 50% con respecto al precio fijado para su salida a Bolsa.

P. Es indudable que el mercado es quien determina el precio. Sin embargo, usted no se ha cansado de repetir que con esta oferta pone en juego su patrimonio cuando en realidad durante la salida a Bolsa vendió 519.000 acciones por 7,7 millones de euros y ahora quiere comprar 1.050.000 títulos pagando sólo 4,7 millones de euros...

R. Esa lectura que usted hace es incorrecta, sesgada y no se corresponde con la realidad. Nosotros somos inversores estables. Después de la colocación no hemos vendido ni una sola acción, y eso que el precio llegó a duplicarse. Por tanto, el precio a tener en cuenta no son los 13,07 euros de la OPV sino 24,9 euros. Cuando una sociedad decide salir a cotizar hay que darle un volumen mínimo. Yo era titular de casi tres millones de acciones, y de haber querido vender toda mi participación lo podría haber hecho, puesto que la demanda fue seis veces superior a la oferta. En poco tiempo los títulos se dispararon pero no vendí. ¿Por qué tuve que vender esas 519.000 acciones de las que usted habla? Porque si no lo hubiese hecho el valor no habría alcanzado el volumen necesario para cotizar. También se equivoca si plantea que estoy recomprando acciones. Esto debe quedar meridianamente claro. No tiene nada que ver lo que es una puesta en colocación de unas acciones para dar volumen a un título con el lanzamiento de una opa ¡cuatro años después! Si mi intención hubiese sido recomprar las acciones como usted insinúa lo pude hacer con el valor en mínimos.

P. La CNMV todavía no ha aprobado la opa. ¿Cree que podría poner pegas por el proceso judicial que afrontan usted y otros miembros del consejo de administración?

R. No voy a hacer juicios de valor sobre este tema.

P. ¿Tiene prevista la posibilidad de una contraoferta?

R. Pues, qué quiere que le diga... sobre eso tampoco voy a hacer ningún comentario.

P. ¿Mejoraría su oferta?

R. No tengo nada previsto. Ahí está la legislación sobre opas y me limitaría a cumplir la ley.

P. Si la opa tiene éxito, el consejo de administración tendría más del 70% del capital de Funespaña. ¿Qué sentido tendría seguir cotizando en Bolsa?

R. La sociedad, incluso con la aceptación íntegra de la oferta, cumple escrupulosamente con todos los requisitos exigidos por la legislación en vigor respecto a la frecuencia y cotización de sus títulos.

P. ¿Se ha planteado la posibilidad de una opa de exclusión?

R. No hay motivos para lanzar una opa de exclusión de cotización. Hoy por hoy, Funespaña está saneada y no necesita pedir dinero a los inversores, pero en un futuro puede que volvamos a recurrir al mercado de capitales para financiar alguna operación concreta.

P. Si prosperan las peticiones del fiscal que lleva el caso Funeraria, Funespaña tendría que devolver su participación en la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid así como las ganancias obtenidas desde 1992. Ante esta situación de incertidumbre, y en lugar de lanzar una opa, ¿no habría sido más correcto desde un punto de vista ético que usted y los otros miembros del consejo imputados hubiesen abandonado momentáneamente la gestión de la compañía hasta que se resolviese todo?

R. Hoy en día se ha puesto muy de moda esto de la ética y de los códigos de buen gobierno. Sin embargo, creo que el hecho de que el presidente presente una oferta pública, poniendo en juego su patrimonio sin pedir una sola peseta a la empresa, significa una confianza ciega en el futuro de la compañía, y así lo ha valorado el mercado. Por lo tanto, creo que el requerimiento ético del que usted habla no se corresponde con la realidad. Al contrario, echo de menos una valoración suya de la oferta ética que he presentado, que va más allá de los requisitos incluidos en cualquier código de buen gobierno e incluso de lo que exige la ley. Nosotros somos los primeros interesados en que se resuelva por fin este caso y para ello colaboraremos con todo aquello que nos soliciten desde los tribunales.

P. Me imagino que a sus accionistas sí les interesará saber qué puede pasar si Funespaña es declarada culpable.

R. Funespaña no puede ser declarada culpable. No es parte en el procedimiento, ya que no ha sido acusada.

P. Pero sí que puede ser posible responsable civil subsidiario...

R. Bueno, en este caso sí que podría darse la incertidumbre que usted plantea. Pero para que haya esa responsabilidad tendría que haber habido un perjuicio para el Ayuntamiento, cosa que no ha sido así; al contrario, ha habido importantes beneficios para las arcas municipales.

P. Quien debe decidir si ha habido perjuicio son los tribunales, ¿no cree?

R. Es cierto. Pero ya ha habido un tribunal que ha dicho que no lo ha habido. El Tribunal de Cuentas, que ha hecho el informe de fiscalización, determinó que no ha habido ningún perjuicio contable. Por otra parte, de haber existido daño, el perjudicado tendría que haberse personado en la causa y decir en qué se ha visto agraviado. Después de tres años de instrucción y de todo el revuelo que ha surgido alrededor de este caso, ¿cree realmente que si hubiese habido un perjudicado real con un perjuicio concreto no se hubiese personado hace tiempo?

P. En este caso, el perjudicado del que usted habla es el Ayuntamiento de Madrid, que en el momento de la venta del 49% de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios a Funespaña estaba regido por el mismo partido que está ahora en el poder. ¿No cree que sería ilógico que se personasen en la causa por una venta que ellos mismos autorizaron?

R. Aquí volvemos a tener una valoración distinta de las cosas. El Ayuntamiento es una institución pública, por lo que creo que conviene distinguir entre Gobierno y Administración. Una cosa es el Gobierno que ejerce el poder en un momento determinado y otra es la Administración, que, como estamos en un Estado de derecho, representa la ley. Si el Ayuntamiento ha tenido beneficio o perjuicio por una determinada acción, no depende de ningún partido político, sino de unos hechos que parten desde 1985. Desde ese año hasta 1992 el Ayuntamiento no puso ni una sola peseta en la empresa funeraria. ¿Me quiere usted decir por qué sí lo puso desde 1884 hasta 1984? ¿Me quiere usted decir cómo se ha podido pagar la deuda, que pasa de los 540 millones de pesetas en 1985 a los 8.910 millones de pesetas? ¿Me quiere usted decir cuál es el dividendo que cobró el Ayuntamiento hasta 1992? No cobró nada, mientras que desde 1993 hasta hoy el Ayuntamiento ha recibido más de 2.550 millones. En definitiva, lo está usted planteando como si de un negociete entre unos amigos se tratase y eso no se corresponde con la realidad. Que el Ayuntamiento ha tenido un beneficio enorme no me lo estoy inventando yo.

P. ¿Cómo consiguieron convertir una compañía deficitaria en un negocio tan rentable en tan sólo cinco años?

R. ¿Es que es el único caso en este sector en el que se ha podido dar la vuelta a una empresa deficitaria?

P. No lo sé, pero tampoco conozco muchos casos en los que se haya adquirido una empresa del sector por 100 pesetas y luego genere un beneficio de más de 1.500 millones...

R. Si usted cree que se vendió por 100 pesetas está equivocado. La oferta de nuestra sociedad fue de 4.058 millones de pesetas, cantidad hasta la que nos comprometimos a ampliar capital. Con mucho esfuerzo y con mucho trabajo conseguimos revertir la situación deficitaria de la sociedad. Había un problema de gestión y nosotros aplicamos un importante recorte de gastos. Una de las primeras medidas fue vender el coche oficial del gerente, por ejemplo. Además se incrementaron significativamente los servicios y también intervinieron factores de suerte, como fue la extraordinaria disminución de los tipos de interés, que contribuyó a relajar la pesada carga del endeudamiento. Los servicios funerarios habían sido siempre deficitarios. Sólo se pueden mantener con la mejora de los servicios, ofreciendo calidad al ciudadano, con trabajadores vocacionales. En estos años hemos conseguido hacer fija a la práctica totalidad de la plantilla, con una importante inversión en su formación.

P. Cuando Funespaña salió a Bolsa, la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid representaba el 90% de los ingresos consolidados del grupo. Cuatro años después todavía representa cerca del 70%. ¿Qué piensan hacer para disminuir esta fuerte dependencia?

R. Funespaña es un grupo de servicios funerarios diversificado en el que un tercio de su actividad está fuera de España. La empresa tiene más de 1.200 empleados y va a acabar el año con casi 50.000 servicios. Funespaña no es sólo Madrid, también es Buenos Aires, Budapest, Alcalá de Henares... A día de hoy, yo no veo nuestro negocio como Madrid y no Madrid, sino como España y no España. Un tercio de nuestra actividad está en el extranjero, y de los dos tercios restantes Madrid es importante pero no lo es todo.

P. Desde 1998 a 2001 la facturación de Funespaña ha crecido sólo un 4% y el beneficio neto ha caído un 68%. ¿Cómo explica este comportamiento tan negativo?

R. ¿Por qué no mira la cuota de mercado que teníamos en 1998 y la que tenemos ahora en un sector que se ha liberalizado por completo? Hemos pasado de ser una empresa concesionaria en exclusiva a ser una empresa autorizada en competencia, como una más. Hemos mantenido el empleo, hemos conservado el régimen de actividad y nos hemos expandido geográficamente. Si compara los resultados del primer semestre de 2002 con los del mismo periodo del año anterior verá que el beneficio neto ha crecido casi un 40%. Para mantener la cuota de mercado hay que optar, y nosotros hemos optado por bajar el margen.

Pregunta. ¿Qué previsiones de crecimiento manejan?

Respuesta. Vamos a mantener los niveles de crecimiento que tuvimos hasta ahora. Esperamos un mayor beneficio que el año pasado, tanto neto como operativo, y una consolidación en el balance. Uno de los elementos clave será la externalización de los fondos de pensiones.

P. ¿Cuál es su plan de inversiones? ¿Qué negocios y qué áreas geográficas son prioritarias en su expansión?

R. Inicialmente vamos a expandirnos orgánicamente en las zonas en las que ya estamos presentes. Acabamos de hacer una inversión importante en Argentina este año y veremos cómo evoluciona el negocio.

P. ¿Cómo piensan financiar este crecimiento?

R. De momento, no pensamos acudir al mercado. Tenemos capacidad de crecimiento por nosotros mismos. Hasta ahora nuestra expansión la hemos financiado en su mayor parte con recursos propios.

P. Acaban de adquirir los negocios de Stewart Enterprisses en Argentina. ¿Por qué apuestan por este mercado a pesar de su inestabilidad económica y política?

R. Cuando todo el mundo iba a Latinoamérica, nosotros miramos a Europa del Este, que tiene un mercado muy difícil, con mucho riesgo, y en un idioma que no hablábamos. En tres años nuestra facturación en Budapest se ha multiplicado un 300%, con una empresa que desde hace dos años está dando beneficios. Por lo tanto, una vez que hemos consolidado nuestra presencia en este mercado consideramos que era un buen momento para mirar hacia Latinoamérica porque puede haber oportunidades de negocio. Pero no hemos aterrizado de cualquier manera, sino que hemos dedicado mucho tiempo de estudio a nuestra llegada al mercado argentino. Se trata de una inversión sana desde el punto de vista patrimonial.

P. ¿Han echado el ojo a algún otro mercado de la región?

R. No voy a entrar en detalles, pero le digo que sí.

P. ¿No cree que el húngaro y el argentino son mercados demasiado dispares?

R. No, porque tienen identidad de razón. Comparten rasgos culturales y religiosos con nosotros. Puede que impliquen una mayor dificultad en la gestión y para eso hemos reforzado nuestro equipo.

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