Inversión y solidaridad, de la mano
Banco Urquijo ha lanzado al mercado la primera Simcav socialmente responsable y solidaria del mundo financiero español
Inversión y solidaridad no son conceptos que habitualmente vayan de la mano. De un tiempo a esta parte, sin embargo, en el mundo de las finanzas ha nacido una corriente que considera que rentabilidad y responsabilidad social no son incompatibles, sino que incluso combinan extraordinariamente bien a largo plazo. Esta tesis es la que sostiene la aparición de los denominados fondos éticos y solidarios, que nacieron en EE UU a comienzos de los años setenta y que poco a poco van ganando adeptos en el continente europeo. En España, este tipo de instituciones de inversión colectiva existe desde 1995, y son ya 15 los fondos con conciencia susceptibles de inversión. La novedad en este mercado ha llegado recientemente de la mano de Banco Urquijo, que acaba de lanzar la primera Simcav socialmente responsable y solidaria.
Una Simcav (sociedad de inversión mobiliaria de capital variable) es una institución de inversión colectiva con forma societaria que cotiza en Bolsa y cuyo principal atractivo reside en que sus beneficios tributan al 1% en el impuesto de sociedades. Se trata, habitualmente, de un instrumento utilizado por los grandes patrimonios familiares para canalizar sus ahorros, si bien también las hay abiertas, es decir, que permiten la entrada a cualquier inversor. Otra ventaja es que los accionistas tienen el control de las decisiones de inversión, lo que no sucede en los fondos.
Urquijo Cooperación es una Simcav abierta, con la peculiaridad de que invierte su patrimonio en compañías socialmente responsables. Esto significa que quedan excluidas de la cartera aquellas compañías que de un modo significativo atenten contra el desarrollo integral del hombre, la justicia y la paz en el mundo; vulneren los derechos humanos fundamentales; realicen prácticas contrarias a la salud y el medio ambiente; fabriquen y distribuyan armamento o tabaco; realicen manipulación genética humana; propicien la explotación infantil o produzcan productos y servicios que atenten contra la vida y la dignidad humana.
'Es una Simcav abierta, pero dirigida fundamentalmente a ONG y congregaciones religiosas', explica Francisco Gómez-Trenor, director de banca privada de Banco Urquijo. Al tratarse de una sociedad anónima, Urquijo Cooperación tiene un consejo de administración entre cuyas funciones se encuentra la supervisión de la política de inversiones.
Mayor Zaragoza, en la comisión ética
Para ello, cuenta con el apoyo de una comisión ética que se encarga, entre otras cosas, de fijar las normas éticas que deben regir la inversión y realizar un seguimiento y control ético de las decisiones de la entidad gestora, en este caso, Urquijo Gestión. A modo de ejemplo, entre los miembros del comité figura Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la Unesco. Asimismo, la sociedad cuenta con un asesor externo, Ecodes (Fundación de Ecología y Desarrollo), encargado de proporcionar el universo de valores susceptible de componer la cartera.
Urquijo Cooperación no es sólo una sociedad socialmente responsable, sino que también es solidaria. Según la circular sobre instituciones de inversión colectiva éticas elaborada por Inverco (patronal del sector), el término solidario implica la cesión de parte de la comisión de gestión a alguna entidad de corte benéfico o no gubernamental. 'La diferencia entre esta Simcav y otros fondos solidarios reside en que la comisión no se destina a una organización, sino a un proyecto concreto', apunta Gómez-Trenor. 'Eso permite saber exactamente adónde se va a destinar finalmente el dinero'. La comisión de gestión de la sociedad es del 1,7% sobre el patrimonio gestionado. Un 1,1% corresponde a Urquijo Gestión y un 0,6% a un proyecto solidario o benéfico. El comité asesor se encarga de proponer y verificar el cumplimiento de la cesión solidaria al fin social correspondiente. Sin embargo, son los accionistas los que deciden, de entre todas las proposiciones, a qué proyecto concreto se dirige esta cesión.
La filosofía de inversión de Urquijo Cooperación es global, aunque marcadamente conservadora. Significa esto que invierte en activos de todo el mundo (dentro del universo propuesto por Ecodes), pero con mayoría de renta fija en la cartera, tanto pública como privada y con alta calificación crediticia. El hecho de que el objetivo de inversión sean compañías socialmente responsables no resta atractivo desde el punto de vista financiero. Los estudios realizados en este campo muestran cómo los índices éticos se comportan muy en línea con los índices bursátiles tradicionales, e incluso, a muy largo plazo -unos 10 años- logran rentabilidades superiores. Al fin y al cabo, como señalan los expertos, el desarrollo responsable es, a la larga, mejor para todos.