Telefónica incumple su previsión financiera menos de un año después de anunciarla
Tres trimestres han bastado para dejar a Telefónica muy lejos de las previsiones anunciadas el pasado mes de marzo a los analistas reunidos en Sevilla. La crisis de las divisas latinoamericanas, las dificultades de las economías de esta región y el enfriamiento del consumo en Europa se han unido para dinamitar cualquier estimación. En los nueve primeros meses del año, los ingresos de Telefónica caen a tasas del 7%, mientras que el Ebitda (resultado bruto de explotación) lo hace un 7,4% y el Ebit (resultado de explotación) se contrae un 8,5%.
La operadora prometió, antes de anunciar los resultados del primer trimestre de 2002, un ritmo medio anual de crecimiento en ingresos de entre el 8% y el 11%; el Ebitda se incrementaría a tasas medias del 9% al 12% y las mismas cifras se anunciaron para el Ebit. Telefónica, sin embargo, se cubrió bien las espaldas. Las previsiones se basaron en tipos de cambio constantes y en el horizonte de 2005, lo que quiere decir que no prometió crecer entre un 8% y un 11% específicamente cada año, sino como media de los cuatro.
Con todo, los nueve primeros meses de 2002 han sido tan negativos que hasta las cautelas se han quedado cortas. El desplome de las divisas latinoamericanas, con el peso argentino y el real brasileño a la cabeza, ha demostrado que basar las proyecciones en tipos de cambio constantes es inútil, porque no reflejarán nunca la realidad. Pero incluso con tipos de cambio constantes, los resultados de Telefónica hasta septiembre están lejos de cumplir las estimaciones.
La propia operadora revela las cifras en su nota de resultados. Excluyendo la evolución del tipo de cambio y las variaciones en el perímetro de consolidación, los ingresos hubieran crecido un 4,4%, frente a la caída del 7%; el Ebitda hubiera subido un 4,1%, frente al retroceso del 7,4%, y el Ebitda se hubiera incrementado un 6,1%, frente al descenso del 8,5%.
Subidas del 4,4%, 4,1% y 6,1% en ingresos, Ebitda y Ebit, respectivamente, están algo más cerca de las estimaciones que las cifras originales, pero no lo suficiente. Este año no se alcanzarán los objetivos, lo hace más difícil que Telefónica pueda cumplir lo prometido incluso en 2005, puesto que para compensar la evolución de 2002 los registros de los próximos ejercicios tendrían que superar las previsiones.
Asumiendo que la operadora cierre el año con las cifras anunciadas en septiembre, el Ebitda, por ejemplo, tendría que crecer un 10,7% anual en 2003, 2004 y 2005 para que el resultado final llegara al límite mínimo de las estimaciones prometidas. Los ingresos, por su parte, deberían incrementarse un 9,25% cada ejercicio, y el Ebit, un 10%.
Cifras macroeconómicas
Fuentes cercanas a Telefónica reconocen que la evolución del ejercicio está lejos de las previsiones, a pesar de que, como demuestran los resultados del tercer trimestre, los gestores han aprovechado todas las posibilidades a su alcance para combatir los efectos del desplome de las divisas y la caída del consumo. Pero es que las variables macroeconómicas han sido mucho peores de lo esperado y ni siquiera la Comisión Europea ha sido ajena a ello y también ha tenido que rebajar sus previsiones.
Las mismas fuentes añaden que el cuarto trimestre sumará de un punto y medio a dos puntos de crecimiento a los valores registrados hasta septiembre -por la periodificación que se hace en determinadas partidas-, con lo que las cifras finales se acercarán algo más a las estimadas. Telefónica de España es un ejemplo de ello. La operadora confirmó que cumplirá el prometido Ebitda plano en el acumulado de 2002 y lo hará gracias a los tres últimos meses, pues hasta septiembre la caída es del 3,3%.
La mejoría operativa, al menos en Latinoamérica, tendrá que esperar, según explicó ayer a los expertos bursátiles el consejero delegado de Telefónica, Fernando Abril-Martorell, en la conferencia telefónica posterior a la presentación de las cuentas.
Los analistas consultados confirman asimismo que Telefónica tendrá que modificar sus previsiones. Primero, para ajustar los resultados de 2002, pero también para modificar, a mejor, las de próximos años. La explicación está en el abandono de la aventura del UMTS europeo -anunciada en julio y no recogida en los cálculos-, lo que restará pérdidas y reducirá las inversiones necesarias, con la consiguiente mejoría de las cuentas. El desarrollo del ADSL también ayudará a mejorar los resultados.
Pase lo que pase con las previsiones y los resultados, los directivos de Telefónica quisieron dejar ayer claro que la compañía propondrá a la junta general del próximo año el reparto de dividendos. Abril evitó aclarar si la remuneración se cargará contra las cuentas de 2002 o de 2003, pero aclaró que cuentan con liquidez y reservas suficientes como para hacer frente al pago a pesar de las pérdidas que se van a registrar este año.