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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Mejoran los resultados

Los beneficios de las empresas cotizadas han vuelto a crecer en el tercer trimestre de este año en comparación con los mismos tres meses de 2001. Pese a ello, el acumulado anual sigue mostrando un fuerte retroceso, derivado principalmente del saneamiento de la aventura del UMTS europeo por parte de Telefónica. Previsiblemente, la mejoría de las cuentas puede continuar en el cuarto trimestre, que el año pasado fue el más flojo del ejercicio, pero eso no impedirá que el año se cierre con una caída de los beneficios empresariales sin precedentes en la historia reciente de la Bolsa. Será, además, el segundo ejercicio consecutivo de resultados a la baja tras un ciclo de siete años de fuerte crecimiento.

Junto a los saneamientos de Telefónica -que no por extraordinarios dejan de ser justificados-, el otro factor que explica la caída de los beneficios es la crisis en Latinoamérica. La depreciación de las principales divisas de aquella región ha pasado una severa factura a las grandes empresas españolas. Tras la devaluación del peso argentino, ha llegado el desplome del real brasileño y del bolívar venezolano, además de la depreciación del peso mexicano y de prácticamente todas las monedas de la región. Frente a los saneamientos y el impacto cambiario directo sobre los resultados, la generación de plusvalías atípicas y el aligeramiento de la carga fiscal han sido insuficientes para sostener el nivel de beneficios. Curiosamente, si se toman los datos agregados de capitalización bursátil de las empresas y de beneficios previstos para el cierre de este año, en la Bolsa española es más alto ahora el PER (que mide esa relación entre precio y beneficios) de lo que lo era en pleno apogeo de la burbuja tecnológica.

El tercer trimestre deja, en todo caso, algunos datos para la esperanza. Los beneficios crecen con fuerza en la mayoría de las empresas que están a salvo del impacto cambiario latinoamericano. Son las grandes empresas las que actúan como lastre, pero en las medianas y pequeñas, menos expuestas al exterior, las cuentas ofrecen mejor aspecto. La desaceleración de la economía española no se aprecia demasiado por ahora en los beneficios empresariales.

Con todo, al menos en una de cada tres empresas los resultados de julio a septiembre de este año han sido peores que los del mismo periodo del año pasado. El crecimiento de beneficios del trimestre (el 6,1% en las empresas del Ibex 35 y en torno a un 8% en una muestra más amplia de un centenar de empresas) tampoco es como para lanzar al vuelo las campanas, especialmente si se tiene en cuenta que hay algunos impulsos artificiales vía plusvalías o créditos fiscales.

Los analistas tienen puestas sus esperanzas en la evolución de los resultados del próximo año, que la Bolsa puede empezar a cotizar a poco que se despejen los nubarrones macroeconómicos y se reduzca la prima de riesgo de la renta variable.

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