El mercado clama por una rebaja de tipos en Europa
Decepción es probablemente el sentimiento que más ha cundido entre inversores y analistas tras la decisión del Banco Central Europeo de mantener los tipos de interés oficiales en el 3,25%. Decepción, porque las incertidumbres en torno al crecimiento de la zona euro persisten y porque la rebaja de 50 puntos básicos que llevó a cabo la Reserva Federal estadounidense (Fed) el miércoles llevó a muchos a pensar que el BCE seguiría la misma senda.
La decisión del BCE del pasado jueves provocó una agria reacción en las Bolsas europeas, cuyos índices más representativos cerraron con descensos superiores al 3%. Políticos y empresarios habían pedido una rebaja para impulsar la economía de la zona euro, cuyo crecimiento este año es el más leve desde hace una década.
Wim Duisenberg, presidente del BCE, reconocía el jueves que se había discutido mucho antes de tomar esta decisión. Asimismo añadió que estaría muy pendiente de los riesgos que atenazan el crecimiento. Los analistas, entre tanto, ya han señalado en el calendario el 5 de diciembre, fecha en que el BCE podría optar por fin por una rebaja de tipos. Los expertos achacan la decisión de Duisenberg a su deseo de mantener la independencia con respecto a la Fed.
La decisión del Banco Central Europeo de mantener los tipos provocó el jueves descensos en las Bolsas europeas superiores al 3%
La diferencia entre las autoridades monetarias de EE UU y la zona euro reside en que la primera vela tanto por la inflación como por el crecimiento, mientras que el cometido de la segunda es tan sólo controlar la inflación, ahora en el 2,2%. 'Se ha aludido a los precios del petróleo y a los salarios como las principales amenazas futuras sobre los precios', apunta José Luis Martínez, economista de Citigroup. 'Ambos factores, pero sobre todo el primero, deberían ser ahora una amenaza menor (el precio del petróleo ha caído cerca de un 20% en el último mes)'.
La decisión de la Fed también provocó sorpresas el miércoles. No tanto porque rebajara los tipos oficiales -movimiento que el mercado descontaba- como por la extensión del mismo, nada menos que 50 puntos básicos, hasta el 1,25%, el nivel más bajo desde julio de 1961. Alan Greenspan apoyó esta decisión en los riesgos geopolíticos, el impacto de un ataque a Irak. 'Esos riesgos son reales, pero, en nuestra opinión, la economía se tambaleó por las secuelas de los escándalos contables, es decir, la caída de las Bolsas, el aumento de los diferenciales de crédito y el descenso de la confianza', sostienen en Merrill Lynch.
La disparidad de las decisiones de la Fed y el BCE ha impulsado al euro por encima del dólar en las últimas sesiones. Circunstancia esta que no favorece a la economía europea, pues encarece las exportaciones.