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Futuro
Columna
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Si te pasas, es peor

Echando mano de los versos de 'La venganza de don Mendo', Santiago Satrústegui analiza las consecuencias de las decisiones monetarias de los últimos días. Al inversor le recomienda paciencia

Una vez más, los reguladores de las políticas monetarias de las principales economías del mundo han tomado sus decisiones y el mercado ha hecho exactamente lo contrario a lo esperado por casi todos. Antes de la reunión de la Reserva Federal (Fed) se pensaba que una rápida bajada de tipos podía ser beneficiosa para un mercado que está consolidando poco a poco una tendencia alcista y que quizá pudiera estar esperando el espaldarazo definitivo por parte de las autoridades económicas. De hecho, uno de los argumentos que hacían presagiar una reducción era la propia presión que el mismo mercado estaba ejerciendo. Pero tras una decisión más agresiva de lo que era probable en pro de la reactivación económica, las Bolsas reaccionaron al revés.

Podíamos pensar que un movimiento tan brusco y probablemente también tan poco necesario en estos momentos se produce porque la Fed, que tiene mucha más información que el resto de los mortales, está viendo todavía más problemas en la economía que los que vemos el resto. Esta explicación tiene su contraria: si la Fed pensara que el mercado puede asustarse, moderaría su decisión o simplemente no movería los tipos para no preocupar a los agentes económicos.

La caída que sufrió el mercado después de conocer la decisión de la autoridad americana confirmaba la teoría de que el miedo generado podía hacer que fuera peor el remedio que la enfermedad y de alguna manera le daba una pista al regulador europeo sobre lo que tenía que hacer. Siguiendo este razonamiento, mantener los tipos sería una decisión que podría transmitir confianza sobre la situación económica. Pues tampoco. Se mantienen los tipos en Europa y el mercado también baja.

¿Importa realmente lo que hagan los tipos? Realmente mucho. Son una de las variables que mejor ha funcionado para transmitir mensajes al mercado, y lo son porque el nivel de tipos es uno de los factores que más deberían influir en las valoraciones de las empresas y en las decisiones económicas. Aunque esto no es algo que sea siempre cierto, ni sus efectos inmediatos.

¿Qué hacer? Dos recomendaciones: una, al inversor que empezaba a sacar poco a poco la cabeza confiando en que ya estábamos en la tendencia buena, y otra, con toda modestia, para quienes tienen que decidir sobre el nivel de los tipos de interés.

Al primero, que se olvide de intentar comprender el loco comportamiento de los mercados en el corto plazo; la Bolsa se va a recuperar con toda seguridad y además probablemente los mínimos ya los hemos dejado atrás, pero el nivel de volatilidad y de incertidumbre va a seguir siendo muy alto durante bastante tiempo.

A los segundos, aconsejarles la lectura de la genial obra de teatro de Pedro Muñoz Seca La venganza de don Mendo, donde mientras disfrutan con la trama, podrán encontrar el pasaje que explica las dificultades que entraña el juego de las siete y media, 'un juego vil / que no hay que jugarlo a ciegas. / Pues juegas cien veces, mil / y de las mil, ves febril / que te pasas o no llegas. / Y el no llegar da dolor / porque indica que mal tasas. / Pero, ¡ay de ti si te pasas! / Si te pasas, es peor'.

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