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Tribuna
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Las Bolsas inician las subidas en octubre

Como si de un reloj se tratase, las Bolsas han vuelto a iniciar las subidas esperadas durante un mes bien conocido por quienes invierten en este mercado, el recién finalizado octubre. Una vez más se han tocado niveles mínimos en este periodo, y desde ahí, y con fuerza, el mercado ha retomado la senda alcista, como ocurriera, por ejemplo, en la década pasada en los años 1992, 1997 y 1998. Si bien es cierto que llevamos varios días de subidas continuadas, en realidad no ha pasado nada, nada ha cambiado. El conjunto de problemas de días atrás no ha desaparecido, las incertidumbres siguen con nosotros, pero indudablemente el ambiente que se respira parece algo menos negativo que en jornadas anteriores. En este sentido, podríamos preguntarnos: ¿por qué suben ahora las Bolsas si el escenario con el que cuentan es prácticamente el mismo que el de semanas antes?, y ¿en qué medida podemos confiar en estas subidas?

Para dar respuesta a estas dos preguntas se han de hacer varias consideraciones:

En este mercado, como en cualquier otro, rige la ley de la oferta y la demanda: si ésta presiona sobre la oferta, los precios subirán; si por el contrario la oferta supera a la demanda, los precios descenderán.

Los precios se mueven por tendencias, y ésta -sea al alza o a la baja- continuará hasta que finalice la misma.

De acuerdo con la teoría de Dow, dentro de cada tendencia primaria (alcista o bajista) existirán tendencias secundarias o intermedias, y dentro de éstas, tendencias menores.

La respuesta al primer interrogante puede ser obvia y quizá poco convincente, pero es la realidad: ha entrado dinero nuevo de las denominadas 'manos fuertes' del mercado, de aquellos que en realidad lo manejan; un mercado que cada vez se encuentra más manipulado a tenor de las variaciones intradía producidas en los precios. Y precisamente ha entrado este dinero en el momento en que el sentimiento del mercado era extraordinariamente negativo, con lo que, una vez más, ha vuelto a funcionar la teoría de la opinión contraria.

Para dar respuesta a la segunda pregunta planteada, es decir, a la posibilidad de confiar o no en estas subidas, nos debemos apoyar indiscutiblemente en las estructuras gráficas de los principales índices americanos. El tradicional Dow Jones ha construido la típica figura de un techo redondeado, cuyo nivel crítico a vigilar serían los 7.400-7.500 puntos, pues su pérdida podría ser el origen de nuevas y severas caídas adicionales. Por su parte, el S&P 500 presenta un clarísimo HCH, cuya línea clavicular fue cortada a la baja el pasado mes de julio, y cuyas implicaciones bajistas a nivel teórico le otorgan un potencial de caída -a precios actuales- del 55%-60%. Dado que se ha iniciado un movimiento corrector de las caídas precedentes, la subida para este índice se encuentra limitada a tantear de nuevo la zona de los 950-980 puntos. Para el Ibex 35, y de acuerdo con la subida proyectada para el S&P 500, debería aproximarse a los 6.600-6.800 puntos (nivel de resistencia principal anterior).

De acuerdo con lo señalado anteriormente, y en previsión de caídas adicionales de los mercados en el medio/largo plazo, se podría afirmar que estamos ante un movimiento secundario al alza dentro de la tendencia bajista principal. Establecer el posterior adorno para justificar esos posibles descensos, es lo que queda por ver día a día.

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