La familia Osborne controla un 85% del grupo tras la fusión con Solán de Cabras
El acuerdo entre ambas familias que ha definido este reparto accionarial ha partido de una valoración de Solán de Cabras de 144 millones de euros, con 66 millones de euros de deuda, y de un valor del 100% de Osborne de 450 millones de euros, con deuda por importe de 180 millones.
Según Ignacio Osborne, consejero delegado de la compañía, el nuevo reparto accionarial en Osborne permitirá a la familia Del Pozo contar con dos miembros en el consejo de administración de la entidad. La familia Osborne tendrá los 10 puestos restantes.
A pesar de esta mayoría en el consejo de administración, a la familia Del Pozo se le ha respetado su independencia en la gestión de Solán de Cabras, en donde continuará como presidente Antonio del Pozo Herraiz, y como vicepresidente ejecutivo, Antonio del Pozo y Sanz. Las dos empresas seguirán contando con sistemas de gestión y redes de comercialización totalmente independientes.
El acuerdo supone un hito en la historia del grupo Osborne, ya que, hasta el momento, nunca la familia había permitido la entrada de accionistas externos en la compañía.
Deuda
La nueva compañía nace con una deuda total de 120 millones de euros, que en paralelo al acuerdo de las dos familias se ha reestructurado a través de un acuerdo de financiación subordinada con el banco holandés Rabobank.
Según Ignacio Osborne, el acuerdo de financiación es enormemente flexible y está abierto a la participación de otras entidades financieras con las que ahora mismo se negocia.
El crédito subordinado vencerá en el año 2011 y hasta entonces está previsto que a petición de la empresa y del propio banco parte del mismo se pueda convertir en acciones. El acuerdo con Rabobank contempla también la posibilidad de que se produzca en el medio plazo una salida a Bolsa de la empresa. Osborne se asegura así una línea de financiación completa de cara a sus planes de expansión futuros mediante la adquisición de nuevas empresas.
Hasta el momento, la empresa ha mantenido una agresiva política de expansión que le ha llevado a adquirir el 25% de la empresa mexicana Tequila Herradura, por un total de 75 millones de euros, y a entrar con un participación del 30% en Bodegas Alto.
El grupo Osborne prevé cerrar el presente ejercicio con una facturación de aproximadamente 400 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,7% en relación al año anterior. Su previsión es alcanzar un ebitda de 60 millones de euros y un beneficio neto que se situará en el entorno de los 40 millones de euros.
El pasado ejercicio la compañía andaluza de alimentación y bebidas obtuvo unos ingresos netos de 369 millones de euros y un resultado de 23,2 millones, lo que supone un crecimiento del 20% sobre el ejercicio anterior.