Garrigues reorganiza su expansión exterior tras el fiasco de Andersen
La noche del 15 de marzo de este año fue una de las más largas en la vida profesional de los dos socios gestores de Garrigues. Miguel Gordillo (procedente de la parte Andersen) y José María Alonso (del originario Garrigues) tomaron la decisión de abandonar el barco de Andersen que, definitivamente, hacía aguas por todas partes. El anuncio del Departamento de Justicia de Estados Unidos del procesamiento a Andersen desencadenó que el despacho español que formaba parte de la red Andersen Legal tomara la decisión de rescindir el contrato. 'Nos pareció que el nombre de Andersen había dejado de ser un activo para ser un pasivo. Parecía que formábamos parte de una organización de criminales. Hablabas con tu madre, con tus amigos, con la familia, y te decían, hombre, ¿pero qué haces tú ahí?', explica José María Alonso.
A partir de ese mismo momento, cuando Garrigues & Andersen abandona el apellido para mantener el tradicional Garrigues, los socios comienzan a trabajar en la nueva estrategia de la firma y en recuperar relaciones, referencias y negocios internacionales. Pese a todo, los socios gestores de Garrigues aseguran que la pérdida de la red Andersen no ha sido tanta. 'Nuestra dependencia del mundo Andersen en cuanto a clientela era escasa', aclara Miguel Gordillo. Sí lo fue en el momento de la fusión, en 1997. 'Al principio, cuando todos los clientes de asesoría fiscal que tuvimos eran de Andersen. Pero en la actualidad ya no era así', explica Gordillo, quien añade que desde su salida de Andersen tan sólo han perdido un cliente, 'porque los socios de fiscal que lo llevaban en EE UU han pasado a otra firma y el cliente ha pasado a ese otro despacho a nivel internacional'.
Actualmente, la expansión internacional centra gran parte de la agenda de los socios gestores de Garrigues, que aseguran que han recibido más de 30 llamadas de despacho internacionales proponiéndoles diversos grados de colaboración. 'Desde fusiones a acuerdos light de referencia de clientes'.
Londres, un objetivo claro
Sin embargo, aún no hay nada cerrado. El despacho dispone de dos oficinas propias fuera de España. Una en Nueva York y la otra en Bruselas. Además, mantienen una alianza 'previa y sólida' con el despacho portugués Leonidas, Matos y Asociados. 'Además, estamos pensando en extender el acuerdo a Oporto', afirman los socios.
Londres es una de las plazas de referencia para los planes de Garrigues. 'Allí, en el mercado más importante en Europa en operaciones financieras, queremos llegar a un acuerdo, que no sería una fusión, con algún despacho londinense. El objetivo es tener esa complementariedad necesaria en las operaciones financieras', explican.
El mercado norteamericano es también importante para Garrigues. 'Es una fuente de negocios. Pero si llegas a un acuerdo concreto con un despacho concreto te cierras las puertas del resto'. Así, Garrigues se propone extender una red de relaciones con un buen número de despachos. 'Confiamos en recuperar parte de las referencias que perdimos al fusionarnos con Andersen. Y el tema está bastante avanzado'.
Latinoamérica es uno de los objetivos más importantes para el despacho. Allí los acuerdos podrían pasar incluso por la fusión con alguna firma que podría producirse en unos meses. 'Hay conversaciones muy avanzadas, pero estas cosas se llevan siempre con cuidado', reconocen. Además, el nombre de Garrigues es apreciado y reconocido en Latinoamérica. No en vano, la mayor parte de los abogados ha estudiado en los libros de Joaquín Garrigues. Hasta tal punto, que los socios del despacho español creen que el acuerdo podría pasar por una fusión que llevara el nombre de Garrigues.
En Europa continental esperan llegar a acuerdos con firmas, especialmente en Francia, Alemania y Holanda. 'Aquí tampoco descartamos que pueda ser a través de una fusión'. Y en Asia-Pacífico, el despacho se conforma con cerrar una alianza con dos firmas ex Andersen en Hong Kong y Singapur.
El despacho prevé crecer un 15% este año
La facturación de Garrigues alcanzó los 142,9 millones de euros durante el ejercicio 2001, un 20% más que el año anterior. Y las previsiones de crecimiento para este año son del 15% sobre los honorarios de 2001. Así lo aseguran los socios gestores de la firma de abogados, que esgrimen las cifras como ejemplo de que la salida de Andersen ha supuesto problemas, pero ninguno insalvable. Reconocen que con la separación de la firma estadounidense 'perdimos una organización excepcional y cosas que antes venían de allí, como tecnología, formación, sinergias y operaciones conjuntas. Ahora tenemos que poner nuestros propios medios para no perder el nivel de calidad'.La firma mantiene su compromiso de destinar el 10% de la facturación a la formación de sus abogados.; la misma cantidad que pagaban a la organización, que se encargaba de los temas de formación. También han tenido que afrontar en solitario la reforma de los sistemas informáticos, las bases de datos que antes eran comunes, el cambio de nombre y hasta la modificación de la forma social (antes era regular colectiva y ahora sociedad limitada). Incluso se enfrentan a la firma de nuevos seguros de responsabilidad civil, 'que al ser nuevos son mucho más caros de los que ya teníamos', aseguran. Otro de los asuntos que Garrigues ha tenido que desarrollar en estos meses sin Andersen ha sido el de la tecnología. Han perfeccionado un sistema para trabajar casi online con sus clientes.