Los directivos reclaman que se clarifiquen sus responsabilidades legales
Tienen excesivas penalizaciones, demasiadas obligaciones legales y un régimen de responsabilidad cuyos límites no siempre están claros. æpermil;sta es una de las principales conclusiones del debate sobre la responsabilidad del directivo que se desarrolló ayer en el congreso de Aecoc.
Fernando Rey, socio director del bufete Garrigues Abogados y Asesores Tributarios, centró su intervención en la necesidad de aclarar el régimen legal que fija esa responsabilidad y los límites y obligaciones que impone a los ejecutivos.
El socio director del despacho Garrigues recordó sobre este particular que los nombramientos de los directivos de las empresas 'son una buen noticia profesional, pero una mala nueva desde el punto de vista de la responsabilidad', al tiempo que se quejó de la inseguridad jurídica en que se mueve este colectivo.
También Xavier Argenté, director general de la compañía de distribución Caprabo, insistió en que hay que delimitar dentro de las empresas cuál es el papel de los ejecutivos, cuál es el papel de los accionistas y cuál el del consejo de administración, para evitar que haya confusiones sobre la responsabilidad de cada cual en la compañía.
Xavier Argenté adelantó que la Asociación Española de Directivos (AED) está elaborando un código ético, a la manera del Código Olivencia para las empresas cotizadas. El objetivo es que a través de este código queden establecidas una serie de buenas prácticas de conducta para los ejecutivos.
El director general de Caprabo aseguró en su intervención que los recientes escándalos financieros en que se han visto envueltas algunas empresas van a provocar un cambio en el papel y la forma de actuar de las compañías auditoras.
Ese cambio, en opinión de Xavier Argenté, se dejará sentir ya en este ejercicio. El director general de Caprabo está convencido de que 'el papel, la responsabilidad y el autocontrol de las auditoras se va a modificar radicalmente'.
Más beneficios fiscales
El socio director de Garrigues Abogados y Asesores Tributarios insistió en la necesidad de igualar el trato fiscal de las indemnizaciones por despido de los directivos a las del resto de los trabajadores, en alusión a que en la actualidad la indemnización de los trabajadores está exenta en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) hasta el límite que marca el Estatuto de los Trabajadores, mientras que la exención que se aplica a los directivos se limita a un total de siete días de salario con un máximo de seis mensualidades.
Rey propone también la posibilidad de que los ejecutivos puedan deducirse en el IRPF los gastos de formación que se costeen de su propio bolsillo y la necesidad de aclarar las normas sobre lo que se considera o no retribución en especie.