Lula ofrece a los fondos de pensiones un pacto para prolongar el plazo de la deuda
Apenas tres días después de su victoria electoral, el Partido de los Trabajadores (PT) del presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, ya empieza a delinear la dirección que tomará su política económica, para tranquilidad de los mercados y disgusto del ala más radical del partido.
El PT ha propuesto un acuerdo a los fondos de pensiones para lanzar una emisión de títulos a largo plazo en exclusiva para estas entidades. A cambio, el Gobierno aumentará las desgravaciones fiscales de los fondos en el IRPF y les ofrecería condiciones especiales en la emisión.
El PT pretende, así, prolongar el perfil de la deuda pública y reducir los elevados vencimientos que actualmente concentra a corto plazo, pero los fondos evalúan el grado de confianza que tendría una emisión de estas características hecha por un gobierno petista.
Al mismo tiempo, el PT ha admitido que será difícil llevar a cabo en 2003 el incremento del salario mínimo de 200 reales de la actualidad (53,5 euros) a 240 reales. El senador Aloizio Mercadante, asesor de Lula, admitió que la propuesta, una de las más destacadas de la campaña electoral, 'puede ser inviable' y que todo dependerá del nivel de gastos que finalmente se fije para los Presupuestos de 2003, en tramitación en el Congreso.
Mercadante calculó que cada real de aumento del salario mínimo supone un aumento del gasto de 156 millones de reales para la Administración federal, lo que significa que el coste de su propuesta asciende a 6.240 millones de reales (1.670 millones de euros).
Estas medidas trasladaron un mensaje a los mercados de continuidad en la política estabilidad económica, que se tradujo en una recuperación del real (desde las 3,82 unidades del martes hasta las 3,71 unidades por dólar de ayer), una reducción del riesgo-país del 5,5% (hasta 1.791 puntos) y una mayor facilidad para el Banco Central para renovar el 90% de los títulos de deuda del próximo vencimiento.
Sin embargo, las mismas medidas han levantado las suspicacias del sector más de izquierdas en el seno del PT. Un grupo de diputados de este sector ha advertido ya que no aceptará el tono moderado que viene adoptando Lula. En una reunión en la sede del partido en Río comunicaron el pasado martes su defensa de la ruptura del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el abandono de las negociaciones para crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), así como el aumento del salario mínimo a 240 reales.
Para intentar conciliar ambas posiciones, el PT se ha puesto a trabajar de lleno en la búsqueda de recursos para su plan Hambre Cero, calificado como la prioridad absoluta para el primer año de Gobierno. El objetivo es facilitar los alimentos a dos millones de familias, mediante un incremento de los cupones para la compra de comida de 50 a 150 reales, lo cual supone un aumento del gasto de entre 5.000 y 6.000 millones de reales (entre 1.338 y 1.605 millones de euros) en el próximo ejercicio.