El pesimismo asoma a los mercados de EE UU
El brusco deterioro de las expectativas de los consumidores estadounidenses hizo resurgir los temores de recesión y desató una oleada de ventas en los mercados europeos y estadounidenses. El índice de confianza del consumidor en EE UU cayó al nivel más bajo de los últimos nueve años al situarse en 79,4 puntos. El retroceso fue muy superior a lo esperado por el consenso, que apuntaba a una caída hasta 90 desde el 93,3 de septiembre.
Muchos analistas no daban crédito a la debilidad del dato y no escondían su preocupación, ya que el consumo se ha convertido hasta ahora en uno de los principales motores de la economía estadounidense. El Nasdaq (-1,15%) encadenó el segundo retroceso consecutivo, algo que no había ocurrido en dos semanas aunque el Dow tras caer toda la sesión recuperó a última hora para subir el 0,01%.
Con la presentación de resultados casi finalizada muchos expertos señalaban que la atención de los inversores se centrará en los datos económicos de esta semana. La primera estimación del PIB del tercer trimestre se conocerá el jueves, y el viernes el índice ISM de actividad manufacturera y la tasa de paro.
El Dow Jones recupera el 14,8% desde el mínimo del 9 de octubre, pero la debilidad de los datos del consumo devolvió el pesimismo y algunos expertos empezaron a cuestionar el rebote. Los bonos también reaccionaron con fuerza a la baja, fomentando las especulaciones sobre una posible recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
La recuperación del Dow a última hora calmó algo los temores. Procter & Gamble (+3,8%), la mejor del índice, facilitó la subida del índice gracias a unos resultados que superaron las expectativas.
El sector petrolero y labanco cedieron. Cisco (-2,11%) se convirtió en uno de los peores lastres de Nasdaq tras una revisión a la baja de UBS Warburg, mientras JP Morgan contribuyó a las ventas en el sector al bajar las estimaciones de Brocade.
El desplome de la confianza del consumidor en Estados Unidos causó estragos en las Bolsas europeas. Los principales índices agrandaron con creces las pérdidas de la mañana y azuzados por el mal comportamiento de Wall Street sufrieron caídas de entre el 2,57% y el 5,53%.
Las noticias empresariales que llegaron al mercado no hicieron más que aumentar el nerviosismo y las dudas sobre la recuperación económica. BP y France Télécom bajaron las estimaciones de beneficios para final de año y el mercado les penalizó con retrocesos del 7,21% y del 7,19%, respectivamente.
Las empresas exportadoras también estuvieron muy penalizadas. DaimlerChrysler, que genera el 50% de las ventas en Estados Unidos, perdió un 7,36%, mientras Philips, otra con una alta exposición al mercado estadounidense, se dejó un 8,58%.
Las ventas, no obstante, azotaron con fuerza a los 18 sectores que componen el índice Stoxx. Las tecnológicas (-6,54%) y la automoción (-6,06%) fueron las peores.
La banca tampoco se salvó de la quema. Lehman Brothers bajó el precio objetivo de Deutsche Bank (-7,15%), Credit Suisse (-4,58%) y UBS (-3,1%), y todas ellas retrocedieron. Merrill y Dresdner Kleintwort añadieron más presión al bajar la recomendación de HVB (-10,33%).
Diageo (-7,77%), especializada en la venta de bebidas alcohólicas, fue otra perdedora tras sugerir que no alcanzará las estimaciones de beneficios para final de año.
Lula nombró ayer al responsable técnico del equipo de transición, pero el mercado sigue expectante por conocer las primeras medidas del Gobierno. La Bolsa ganaba un 0,28% a poco del cierre, mientras el real retrocedía hasta 3,81 unidades por dólares.
Sesión de pérdidas. El Nikkei cayó un 0,56%, retroceso similar al avance registrado la víspera. Honda (13,4%), la peor, sufrió la mayor caída en cuatro años después de bajar su estimación de beneficios para el año.