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Coyuntura

La CEOE achaca al desfase tecnológico la progresiva pérdida de competitividad

Las patronales CEOE-Cepyme están preocupadas por el deterioro de la competitividad de las empresas españolas, algo que podría impedir que éstas se aprovechen de la recuperación económica cuando llegue. Así lo denuncia la cúpula empresarial en el informe Competitividad en España. Problemas y propuestas de mejora, presentado ayer por el presidente de la CEOE, José María Cuevas.

En dicho documento se reconoce la evolución positiva de la competitividad española entre 1993 y 1998. Si bien ese año el valor de las exportaciones españolas sobre el valor de las importaciones mundiales (cuota de mercado) alcanzó el 2%, para reducirse al 1,8% en 2001, mejorando sólo una décima el nivel de 1993. Sin embargo, durante estos años la cuota de mercado con EE UU y la UE se ha mantenido, con lo que la pérdida de competitividad se traduce en un 10%, pero por la caída de cuota de mercado con el resto del mundo.

El presidente de la comisión de economía de la CEOE, José María Aguirre González, coordinador de este informe, explicó: 'Podemos exportar más unidades físicas, pero nos preocupa que estemos regalando los productos'.

El análisis de los empresarios apunta un conjunto de factores como causantes de este deterioro competitivo, pero si los dirigentes patronales tuvieran que determinar cuál de todos estos elementos está frenando más la capacidad de competir de las empresa no tendrían duda: el 'gran desfase' del desarrollo tecnológico con respecto a sus países competidores.

Entre 1975 y 1985, la productividad de los factores (descontando trabajo y capital), que permite medir, entre otras cosas, el proceso tecnológico, aumentó en España un 1,6%, mientras que entre 1995 y 2001 sólo creció un 0,5%. En este último periodo, la UE incrementó este factor un 1%, y EE UU, un 1,5%.

La baja productividad del factor trabajo y el alto diferencial de inflación de España son otros dos factores que, según los empresarios, frenan la competitividad de las empresas.

En 2001 la economía española fue la tercera de la UE -sólo superada por Grecia y Portugal-, con una productividad del trabajo más baja, que significaba el 65% de la de EE UU y el 94% de la media de la UE.

Respecto al lastre del repunte inflacionista, los empresarios culpan en parte a los poderes públicos por su influencia en los precios regulados y, sobre todo, por el peso de los impuestos sobre la formación de los precios. Según la CEOE, la subida impositiva supone entre un 30% y un 56% de crecimiento de los precios cada año.

Los líderes patronales hicieron una llamada de atención a lo que Aguirre González llamó 'la rapiña periférica' en referencia a las nuevas figuras tributarias 'que comunidades y ayuntamientos se sacan de la manga' para financiar sus nuevas competencias. El documento indica que 'la financiación de tales competencias no debe buscarse en nuevas figuras tributarias ni en un mayor gravamen de las existentes'.

Las propuestas de la patronal para impulsar la competitividad pasan por mejorar las infraestructuras de la sociedad de la información con una inversión de 15.025 millones de euros en cuatro a seis años, de los que el 80% deberá correr a cargo de las empresas; a lo que habrá que añadir otros 12.020 millones para infraestructuras de banda ancha. Ademas, CEOE recupera sus recetas clásicas, como la rebaja generalizada de las cotizaciones, una mayor vinculación entre la productividad y la subida salarial y más flexibilidad.

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