El borrador de la Constitución de la UE apunta un carácter federal
Aunque el artículo 1 del proyecto constitucional habla de una Unión de Estados 'que coordinan estrechamente sus políticas a nivel europeo', se añade a renglón seguido que 'ciertas competencias comunes se regirán a partir de un modelo federal'. El BCE es de momento el ejemplo prominente de cesión de soberanía.
Alemania defenderá una profundización de este planteamiento. No es casualidad que el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, asumiese ayer personalmente la representación de Berlín en la convención, coincidiendo con el inicio de la fase final de los trabajos. El ariete federalista de Gerhard Schröder se estrenaba defendiendo que el presidente de la Comisión sea elegido por el Parlamento, sin participación de los primeros ministros, iniciativa que desagrada a España, Francia y Reino Unido.
El texto presentado ayer por el presidente de la Convención europea, el francés Valéry Giscard d'Estaing, apunta por ahora a una 'comunidad europea, unión europea, Estados unidos de Europa o Europa unida' con personalidad jurídica propia y en la cual los Estados conserven su identidad nacional. El reparto de poderes entre Bruselas y las capitales se deja abierto por ahora, aunque ya se quiere sentenciar que 'todas las competencias que no se atribuyan de modo concreto a la Unión, se considerará que corresponden a los Estados miembros'. Se prevé la creación de una nueva cámara, Congreso de los Pueblos, en el que los representantes de los parlamentos nacionales podrán supervisare y vetar decisiones. Por primera un Estado puede abandonar la Unión.
Fischer persiste con su reforma de la PAC
El comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, indicó ayer que su propuesta de reforma de la PAC sigue adelante a pesar del acuerdo franco-alemán de aplazarla hasta 2006. El comisario austriaco reconoce, no obstante, que 'debemos valorar cuidadosamente el momento político actual antes de hacer nuestras propuestas legislativas'. Berlín impuso en la Cumbre de Bruselas de la semana pasada una congelación de los subsidios agrícolas a partir de 2007, cuando los 10 nuevos de la UE podrán recibir ya el 40% de las ayudas que les corresponderían en igualdad de condiciones con los actuales miembros. París logró a cambio que la reforma de Fischler, que prevé la desvinculación entre ayudas y producción, se aplazase hasta 2006.'La reforma no ha muerto', puntualizó ayer Fischler. 'A los que se da por muertos están vivos y coleando'. æpermil;ste basa su confianza en la certeza de que los Quince buscarán ahorro en las partidas actuales para financiar los 5.000 millones que supondrán las ayudas directas al Este.