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Dinero de plástico

La banca potencia el negocio de tarjetas de crédito ante la caída de las comisiones

Las entidades financieras ingresaron por comisiones de tarjetas el año pasado 2.148 millones, un 12,2% más que en 2000, según los datos del Banco de España. Ante la caída en lo facturado por compraventa de valores y gestión de fondos, fruto de la crisis bursátil, se han visto obligadas a buscar alternativas y los medios de pago se han convertido en una fuente primordial de negocio. Representan más de una cuarta parte de las comisiones.

æpermil;stas, en general, han experimentado una mala evolución en el año: de enero a junio la gran banca facturó un 4% menos por este concepto (5.050,2 millones).

Este descenso y la entrada en el mercado español de entidades estadounidenses muy especializadas en tarjetas de crédito como MBNA -que se presentará oficialmente en noviembre-; Capital One -que colabora con Bankinter- o Household -que prepara su desembarco- han dado un vuelco en los últimos meses al negocio.

La estrategia a la que obliga la competencia es clara: fomentar el pago aplazado con tarjeta, es decir, lograr que el cliente pague a crédito con intereses (revolving, en jerga financiera).

Las compras con tarjeta en España (a débito y crédito) no llegan al 12% del total del consumo privado, frente al 22% de la media europea. El montante de pagos con Visa y Mastercard alcanzó los 43.265 millones el año pasado, de los que unos 20.000 millones fueron con tarjetas de crédito. Aunque no existen datos exactos, aproximadamente el 15% corresponde a pagos aplazados (6.400 millones), según diversas fuentes del sector financiero. Las entidades estiman que subirá hasta acercarse al 25% en dos años.

SCH ultima el lanzamiento

El Santander Central Hispano y el BBVA, ahora volcados en la banca minorista, también han hecho de los medios de pago una prioridad.

El SCH ultima el lanzamiento de una nueva tarjeta previsto para el mes próximo que incluirá pago flexible y servicios añadidos. 'Es una enorme oportunidad porque ya hay un mercado potencial de unos ocho millones de consumidores que pagan bienes a plazos, es decir, no hay que crear la demanda, sino hacer que esos usuarios paguen con tarjeta', señalan fuentes del banco. La entidad cuenta con más de 400.000 tarjetas de pago aplazado.

El BBVA, también cifra en más de 400.000 el número de unidades emitidas en este segmento que es de 'importancia vital' en la estrategia de productos, según fuentes de la entidad. En abril se adelantó a su rival al lanzar la tarjeta Nova Oro, con un tipo de interés al 1% mensual y sin cuota de emisión.

Los dos grandes se apoyan, además, en sus dos filiales de financiación de consumo, Hispamer (SCH) y Finanzia (BBVA). El primero es especialmente dinámico en lanzamiento de tarjetas de marca compartida con otras empresas (tiene más de 5 millones). æpermil;sta es otra vía de negocio, aunque de menores ingresos para la banca, en la que el cliente acumula puntos canjeables por servicios o descuentos. Este segmento está más desarrollado y la banca prevé un crecimiento más lento.

Por su parte, La Caixa aventaja a los dos grandes con 700.000 tarjetas revolving (de un total de 6,5 millones), con la Visa Gold como producto estrella. Los nuevos competidores estadounidenses 'harán que el mercado avance', destaca Victoria Matia, directora de banca electrónica en la caja.

En la gran banca, la entidad claramente más orientada hacia los medios de pago es el Banco Popular. Cuenta con 4,4 millones de tarjetas: 1,3 millones de débito, un millón de crédito y otro millón de tarjetas privadas. El Popular tiene numerosos acuerdos con empresas (como Viajes Halcón o Vips) para tarjetas de marca compartida.

'El pago aplazado es el claro sustituto del crédito al consumo', apunta Susana de Medrano, directora general de Bancopopular-e.com y responsable de tarjetas.

El reto es avanzar a un mercado maduro como el estadounidense o el británico y romper la reticencia española a pagar a crédito. La fórmula es presentar productos atractivos con el eslogan de un pago fácil. En esta línea trabajan los dos grandes, La Caixa, Banco Popular y Citibank, también muy activo en tarjetas de crédito.

'Hay dos vías para competir: flexibilizar la forma de pago y ofrecer servicios añadidos o competir en precio y bajar los tipos de interés', destaca Trinidad Pintos, directora de marketing de tarjetas de crédito de Citibank. Esta entidad, que opta por la primera opción, tiene emitidas 400.000 tarjetas de crédito, área en la que opera como especialista desde su desembarco en los ochenta.

En cuanto al tipo de interés, las ofertas son muy dispares y van desde el más competitivo 8,62% TAE del banco por Internet Patagon (del SCH) hasta el 24%. Las entidades admiten que la entrada de nuevos competidores puede desembocar en una guerra de rebajas de tipos, admiten las entidades.

Lo que está claro es que con unos tipos oficiales bajos y una morosidad en mínimos (el 0,9%) ahora es el momento de impulsar la oferta, coinciden en destacar las entidades. Visa y Mastercard se están apoyando en campañas publicitarias. American Express y Diners Club también están reforzando su oferta. En Internet el negocio es incipiente, pero los clientes que piden tarjeta de crédito son más activos, destacan en Patagon y Bancopopular-e.com.

MBNA desembarca en solitario frente a la alianza de Capital One

El mercado de las tarjetas va a experimentar grandes cambios en breve. En la última quincena de noviembre está previsto el desembarco oficial de MBNA, uno de los principales emisores y especialistas en tarjetas de crédito de Estados Unidos. Prepara una presentación oficial por todo lo alto con la asistencia de máximos dirigentes de la matriz, según fuentes de la compañía.MBNA España se ha constituido como una filial de MBNA Europe Bank, división británica de la matriz, y ya es miembro de Visa España. En mayo recibió la autorización del Banco de España y opera desde este mismo mes. De hecho, ya ha lanzado una campaña publicitaria para su tarjeta AvantCard (bajo la marca Visa) en la que ofrece, ante todo, pago flexible y sin cuota anual. La duda es si sabrá adaptar su estrategia del mercado norteamericano al español, diametralmente opuesto, plantean sus futuros competidores. En vez de trabajar en solitario como MBNA, Capital One ha decidido aliarse con Bankinter. El banco, con 400.000 tarjetas revolving, evaluará los frutos de este acuerdo (vigente desde hace un año) en el segundo semestre de 2003. Y se plantea, incluso, crear una sociedad conjunta, explica Julio Zapatero, director de financiación de consumo de Bankinter. Esta idea ya la han puesto en marcha el BBVA, el Popular y Caja Madrid que, junto con Iberia, han creado una financiera para captar clientes con la tarjeta Visa Iberia. Bankinter empezará a promocionar las tarjetas de Capital One en Internet a partir del próximo año. Household también planifica su entrada en España, aunque aún no se ha concretado la fecha. 'La clave del éxito en el pago aplazado no es tanto el tipo de interés, que también es importante, sino la calidad del servicio', destaca José Sirvent, director general para el suroeste de Europa de Mastercard Europe.

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