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Análisis de coyuntura (I)

El consumo español no muestra síntomas de cambio

En el primer semestre del año, el consumo privado ha suavizado sustancialmente la desaceleración comenzada en la segunda mitad del año 2000. Actualmente, la evolución más reciente de los indicadores mensuales de consumo no emite señales claras de cambio de rumbo.

Así, la disponibilidad de bienes de consumo se está recuperando suavemente en los últimos meses y apunta a un modesto crecimiento del 2,2% en el conjunto del año. La confianza de los consumidores, en cambio, sigue deteriorándose. En el tercer trimestre, el índice de confianza ha sido levemente peor que en los dos trimestres anteriores, que fueron los peores desde 1996. Por otro lado, las ventas de coches siguen deteriorándose. Hasta septiembre llevan acumulado un descenso del 8,8% y en el conjunto del año esperamos que caigan al menos un 8,0%. La matriculación de motocicletas, por su parte, también está disminuyendo. El indicador ha acumulado hasta julio, último dato disponible, un descenso del 4,5% y nuestra previsión es que terminará el año con una caída cercana al 4,8%. A su vez, las ventas al por menor mantienen un crecimiento moderado. En términos reales han crecido un 2% en el primer semestre y a una tasa similar de media en julio y agosto. La cartera de pedidos interiores de bienes de consumo (la visión que los empresarios industriales tienen de la demanda de manufacturas de consumo) había dejado de deteriorarse en los últimos meses, pero se ha debilitado en el mes de septiembre.

Por último, la renta salarial real muestra una tendencia de crecimiento sostenido, pero menor que en años anteriores, debido al debilitamiento de la generación de empleo y a la moderación salarial.

El conjunto de indicadores da, por tanto, una imagen de mantenimiento del actual ritmo de crecimiento del consumo familiar. No señala que se esté produciendo, ni que se vaya a producir en los próximos meses, una recuperación significativa. Sin embargo, de su evolución tampoco se puede inferir un aumento de la desaceleración que ha venido experimentando el gasto de las familias.

Esperamos que en el segundo semestre de este año el consumo de las familias crezca un 2%, tasa similar a la registrada en el primer semestre, y en 2003 lo haga en un 2,3%.

Cuarta caída consecutiva del indicador avanzado estadounidense

Por cuarto mes consecutivo, el índice de indicadores líderes estadounidense ha vuelto a caer en septiembre, acumulando una caída de 0,5 puntos desde mayo. En contadas ocasiones el índice de indicadores líderes ha caído consecutivamente durante cuatro meses, y menos aún en la cuantía que lo ha hecho en estos meses. Ello anticipa un freno del ritmo de producción en los próximos meses y mantiene latente el peligro de que se produzca una nueva recesión, aunque por ahora somos un tanto optimistas a este respecto.En Francia, el consumo familiar de manufacturas fue algo peor de lo esperado en septiembre. No obstante, no lo interpretamos negativamente por el momento, ya que el indicador ha estado acelerando su crecimiento desde abril (salvando la partida de automóviles). La desviación respecto de la previsión se debió en buena parte al componente de textil, quizá afectado por factores coyunturales. Las ventas minoristas reales italianas de agosto cumplieron con nuestra previsión, tras haber registrado cuatro sorpresas negativas consecutivas. Sin embargo, todavía no muestran indicios de recuperación. Su tendencia subyacente está cayendo, aunque a tasas prácticamente nulas y la variación interanual continúa en cifras negativas, aunque menores a los de finales de 2001 y el primer trimestre de 2002. El sector industrial argentino se está recuperando. En septiembre, el IPI ha evolucionado favorablemente, cerrando el tercer trimestre con un aumento del 2,7% intertrimestral. Respecto al año anterior, los niveles de producción siguen siendo inferiores, no obstante, las caídas son cada vez menores, un -6,3% en septiembre frente a un -16,8% en el segundo trimestre. En Brasil, la demanda interna dio signos de fortaleza en agosto. Las ventas reales al por menor superaron nuestra previsión y su ritmo de crecimiento está acelerándose. En México, la actividad industrial en agosto sorprendió favorablemente. Destaca también el buen dato de actividad en construcción, cuyo ciclo-tendencia se está acelerando. En lo que se refiere a la demanda interna, las ventas reales al por menor en agosto fueron inferiores a nuestra previsión, debido a la caída de las ventas de vehículos.

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