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Fiscalidad

Compartir pérdidas con Hacienda

Materializar las minusvalías antes de un año permite compensarlas al tipo marginal con otras ganancias e incluso con rentas del trabajo

Enero de 2002: se compran 1.000 acciones a 15 euros cada una. Octubre de 2002: los títulos cotizan a 10 euros. Pérdidas teóricas totales: 5.000 euros, un 33,33%. Se decide vender. Los impuestos a pagar a Hacienda se reducen hasta en 2.400 euros. Pérdidas reales: 2.600 euros.

Octubre de 2002: se mantienen posiciones. Febrero de 2003: las acciones cotizan a 11,5 euros y se deshacen posiciones. Pérdidas financieras: 3.500 euros. Pérdidas reales (teniendo en cuenta a Hacienda): 2.975 euros.

Dos son las normas básicas para el año 2002 en el terreno de las plusvalías y minusvalías. La primera es que, si el tiempo que transcurre entre la compra de las acciones, las participaciones en fondos o los inmuebles y su venta es inferior a un año, las ganancias que con estas operaciones se obtienen pagan entre un 18% y un 48% de impuestos. Basta con que ese plazo se supere en un día para que las plusvalías pasen a tributar a un tipo fijo del 18%. La segunda norma es que si las pérdidas que se obtienen por operaciones bursátiles o sobre fondos de inversión con más de un año de antigüedad compensan las ganancias logradas en el mismo plazo. Las pérdidas obtenidas en operaciones de menos de un año de vida, además de compensar (reducir) las plusvalías de similar antigüedad, sirven también, si estas últimas no son suficientes, para aminorar la base imponible, con un límite del 10% de los rendimientos netos del trabajo. En ambos casos, las pérdidas pueden compensarse hasta en cuatro ejercicios.

Para conseguir la compensación de pérdidas en 2002 tienen que transcurrir dos meses desde la venta de valores a la recompra de otros similares

Otras dos nuevas normas regirán en 2003. La primera es que cambiar de fondo de inversión será gratuito desde un punto de vista fiscal. La segunda será que, para las operaciones bursátiles y con fondos de menos de un año de antigüedad, los tipos a aplicar variarán entre un mínimo del 15% y un máximo del 45%. Cuando dichas operaciones superen los 12 meses de antigüedad, el tipo fijo que se aplicará sobre las ganancias será del 15%.

La pregunta es clara: en una situación como la actual en que las pérdidas se han generalizado, ¿conviene deshacer posiciones en 2002 o retrasar, a la espera de que se reduzcan las minusvalías, tal decisión a 2003?

Hasta el próximo 31 de diciembre, las pérdidas con menos de un año de antigüedad pueden utilizarse bien para no pagar impuestos por otras ganancias obtenidas (directamente de las plusvalías se restan las minusvalías y únicamente se tributa por el saldo restante), bien para reducir el importe de los ingresos que los particulares deben incluir en su declaración de renta (base imponible general).

Por ejemplo, si las ganancias ascienden a 7.000 euros y las pérdidas a 10.000 euros, el inversor no pagará en el IRPF de 2002 ningún impuesto sobre esas plusvalías. Los 3.000 euros restantes servirán (siempre que no se supere el límite del 10% de los rendimientos del trabajo) para reducir los ingresos del particular. Hacienda compartirá pérdidas, como mínimo, por valor de 1.800 euros y, como máximo, por importe de 4.800 euros.

Si el particular deshace sus posiciones en un fondo de inversión de menos de un año de antigüedad en pérdidas en 2003 y reinvierte el dinero obtenido en otro fondo de inversión en los plazos que se establezcan reglamentariamente, las minusvalías obtenidas no serán, desde el punto de vista de Hacienda, efectivas. No habrá compensación posible en este caso.

Si el particular deshace en 2003 sus posiciones en acciones o en fondos que posteriormente no se reinviertan, siempre con menos de un año de antigüedad y en pérdidas, la parte que asumirá Hacienda será menor. En concreto, como máximo, las pérdidas se reducirán en un 45% y, como mínimo, en un 15%.

De mantenerse el volumen de minusvalías del ejemplo anterior, lo que compartirá el fisco variará entre 1.500 euros y 4.500 euros.

En esta diferencia está la clave de la decisión. ¿Se recuperarán los mercados de valores lo suficiente para que, aun manteniendo las inversiones menos de 12 meses, compense esperar?

Cuando las operaciones tienen más de un año de antigüedad, la decisión no es tan complicada. En 2002, las pérdidas financieras efectivas, al dar entrada a Hacienda, se podrán reducir (sólo si hay ganancias de plazo superior a los 12 meses) en un 18%. En 2003, en un 15%.

Antes de realizar cualquier operación con acciones o fondos, al menos en 2002, conviene recordar, en primer lugar, que para conseguir que la compensación de pérdidas (con otros beneficios o con rentas del trabajo) sea posible, desde un punto de vista tributario, es necesario que transcurran dos meses desde la venta de unas participaciones o acciones a la recompra de otras similares. En segundo lugar, también es importante considerar que, a partir del próximo 1 de enero, los coeficientes reductores de las plusvalías acumulados hasta el 31 de diciembre de 1996 seguirán siendo de aplicación. Los tipos fiscales efectivos finales, según la fecha de compra de las participaciones, oscilarán a partir de 2003 entre el 0% y el 12,8%.

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