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Bolsa

El eclipse de Sol Meliá

Pese a las caídas de los últimos meses, pocas casas de análisis aventuran una recuperación a corto plazo para Sol Meliá. La crisis del sector turístico, el entorno prebélico y su elevado endeudamiento seguirán atenazando la cotización de la hotelera

Corren malos tiempos para Sol Meliá. Y nunca mejor dicho. En lo que va de año, la acción pierde 53,16%, y ya es el segundo peor valor del Ibex en este periodo. Cierto es que el sector turístico apenas si ha levantado cabeza desde el 11-S, por la caída de viajeros y el empeoramiento de la situación económica. Pero no es menos cierto que el descenso de Sol Meliá casi duplica al de NH Hoteles (-27,48%).

Los expertos achacan el peor comportamiento de Sol a que el 50% de sus ingresos se deriva del segmento vacacional, mientras NH tiene mayor presencia en núcleos urbanos. A esto hay que añadir el entorno prebélico, cuyas consecuencias en los destinos donde Sol Meliá tiene una elevada presencia (Latinoamérica, Caribe y norte de África) son considerables, y la caída de la ocupación hotelera en los últimos meses. Esta semana se han conocido los datos correspondientes a septiembre, cuando la ocupación cayó un 4,1% respecto a 2001. Otro jarro de agua fría para Sol Meliá.

Pero si ha habido un factor que en los últimos meses ha presionado a la baja la cotización, hasta situarla por debajo del precio al que salió a Bolsa en 1996 y bajo los mínimos del 11-S, han sido los malos resultados de la compañía, con caída del 48% en el beneficio del primer semestre y malas perspectivas para el conjunto del año. Esto le costó una bajada en la calificación crediticia de Fitch (de BBB a BBB+) y días después de S&P (de BBB a BBB-), debido al elevado endeudamiento de la compañía. Según Renta 4, la deuda neta estimada para 2002 ascendería a 1.000 millones de euros, o el equivalente a sus fondos propios, 1,5 veces su capitalización bursátil y unas 4,2 veces el Ebitda de 2002. Con todo, no descartan una nueva rebaja de su calificación.

El empeoramiento de su calificación crediticia vino acompañada de un duro castigo del mercado. La puntilla la pusieron los atentados en Indonesia -donde tiene siete hoteles- de la semana pasada que llevaron el valor a mínimos históricos.

En un intento de recuperar la confianza de los inversores, la compañía se ha fijado como objetivo principal hasta final de año reducir su elevado apalancamiento financiero. Para ello ha anunciado la venta de cinco hoteles en España. Los analistas han recibido con entusiasmo la noticia, ya que contribuirá a reducir su elevada deuda y, además, no son activos no estratégicos. Con todo, la mayoría sostiene que serán necesarias medidas adicionales, aunque descartan una nueva emisión de participaciones preferentes (tras la mala acogida de la realizada este año) o una ampliación de capital. 'Una opción poco factible a corto plazo dada la situación que viven los mercados', sostiene María Muñoz, de Banesto Bolsa.

Ante esta situación son pocos los que ven catalizadores para la compañía a corto plazo. La mayoría cree que los resultados del cuarto trimestre serán determinantes para conocer si la venta de activos es suficiente para reducir deuda y mejorar el beneficio operativo. Según los analistas, los objetivos -revisados a la baja desde un crecimiento del 15%- de lograr un incremento entre el 0% y el 4% del Ebitda son difícilmente alcanzables, 'máxime cuando el Ebitda del primer semestre cayó un 23,1%', explican desde Renta 4. Los analistas de BNP Paribas consideran que aunque la compañía ha comenzado a acometer un drástico recorte de costes y ha reducido sus planes de expansión, será difícil que vuelva a los buenos resultados de 2001 antes de 2004. En Banesto Bolsa barajan una caída del beneficio neto en 2002 del 42% respecto a 2001, hasta los 34,36 millones de euros, y una disminución de los ingresos y del Ebitda del 4%, hasta los 971,05 y 236,83 millones de euros, respectivamente.

Merrill Lynch, que espera que los beneficios sufran un duro castigo, ha rebajado sus previsiones de BPA de los 0,35 euros hasta los 0,20 en 2002 y de los 0,47 euros a los 0,33 en 2003. Además prevé un nuevo recorte de dividendos para este año. 'Con estas previsiones y la posibilidad de un conflicto bélico es poco probable que la acción se recupere a corto plazo', sostiene Calvo, que recomienda vender. Consejo que coincide con el de Renta 4, Safei y BNP Paribas. UBS Warburg, para quien la acción ha sido penalizada en exceso, recomienda mantener los títulos y fija el objetivo en los 5,40 euros. Banesto Bolsa es de los pocos que aconsejan comprar, con objetivo en 7,60 euros, ya que, a su juicio, la acción está muy castigada.

Los cambios de estrategia pasan factura a la cotización

Para muchos analistas, uno de los factores que ha pasado factura a Sol Meliá han sido las medidas del equipo gestor para hacer frente a la crisis del sector. 'Mientras la estrategia de NH -en la que se enmarca la compra del grupo alemán Astron- ha dado sensación de dinamismo, los anuncios de Sol no han sido bien recibidos por el mercado', señala Nicolás Lasarte, de Safei. Opinión similar arroja Juan Carlos Calvo, de Merrill Lynch, para quien los continuos cambios en la estrategia de Sol Meliá han mermado la confianza de los inversores. Sin olvidar la falta de liquidez para el valor que supone que la familia Escarrer tenga el 60% del capital, según BNP Paribas.Desde su creación en 1956, la hotelera ha llevado a cabo diversos cambios, que no siempre han sido bien recibidos. Tras escindir la compañía en dos sociedades en 1996 (cuando salió a Bolsa) -Inmotel, como propietaria de los establecimientos, y Sol Meliá, como gestora-, la dirección decidió la fusión por absorción de Inmotel en 1998 y el lanzamiento de una opa sobre MIA, la filial que había sacado a Bolsa ese año. En 2000 adquirió Tryp Hoteles, convirtiéndose en primera hotelera española y la décima mundial por número de habitaciones. Decisión que fue aplaudida por el mercado, pues le permitía aumentar su porcentaje en el segmento urbano. 'Una estrategia más correcta que la de tener un hotel en cada capital europea', añade Calvo. Pese a que la compañía ha paralizado su expansión, la prueba de fuego está en la estrategia de los próximos meses.

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