La SEC propone crear un regulador para los analistas
El fiscal general de Nueva York, Eliot Spitzer, y los reguladores de EE UU pretenden acabar con los conflictos de intereses generados entre los departamentos de análisis y la banca de inversión a través de la creación de un comité de supervisión independiente financiado por las propias firmas de inversión, según señalan fuentes cercanas a la operación.
El plan permitirá que los firmas mantengan sus propios departamentos de análisis, algo que en un principio se cuestionó, pero les obligará a financiar un comité supervisor independiente durante cinco años. El coste se dividirá por igual entre las diferentes casas de análisis, aunque las cantidades no fueron discutidas en la reunión del jueves. Los reguladores han dado a las firmas hasta el 30 de octubre para dar una respuesta a la propuesta.
La propuesta fue presentada el jueves en la primera reunión mantenida entre la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC en sus siglas en inglés), el fiscal general de Nueva York y representantes de Credit Suisse First Boston, Goldman Sachs, Morgan Stanley, JP Morgan, Lehman Brothers, UBS Warburg, Bear Stearns, Citigroup, Merrill Lynch y Deutsche Bank para debatir las principales propuestas de reforma de los departamentos de análisis.
El consejo de supervisión se encargaría de elegir las firmas independientes encargadas de contrastar los informes de las casas de análisis. Sanford C. Bernstein & Co. y Argus Research son dos de las principales representantes del sector.
El próximo miércoles los reguladores mantendrán la segunda reunión con representantes de la banca para continuar debatiendo las propuestas.
Devolver la confianza
La cruzada por devolver la confianza en los mercados siguió su curso ayer. El presidente de la SEC, Harvey Pitt, nombró a William Webster, ex director del FBI, como director del consejo de supervisión de contabilidad, un nuevo organismo creado como consecuencia de los escándalos financieros de Worldcom y Enron.
Webster, de 78 años de edad, apenas tiene experiencia en temas relacionados con la contabilidad, pero tiene el respaldo de la Administración de Bush.
La nueva elección requiere la aprobación de un comité de cinco miembros de la SEC y se esperaba que con el apoyo de Pitt y de los también republicanos Paul Atkins y Cynthia Glassman saliera adelante.
Los dos representantes demócratas habían propuesto a John Biggs, ex presidente de TIAA-CREF, uno de los principales fondos de pensiones de Estados Unidos y defensor de un control contable más estricto. Pero los republicanos temen que Biggs perjudique la industria con una normativa excesiva.
Atkins & Glassman trabajaron en grandes auditoras. El primero en PricewaterhouseCoopers, y Glassman, en Ernst & Young.
El tinte político de la elección ha comenzado a suscitar dudas sobre el grado de compromiso de la Administración de George Bush a la hora de imponer unos criterios de contabilidad más estrictos que aseguren la transparencia en la presentación de resultados empresariales.