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Ibex 35

Los expertos consideran que la crisis de las Bolsas sigue abierta

Los analistas que mejor han seguido el curso de los acontecimientos bursátiles desde marzo de 2000, justo cuando comenzó a perder gas el globo hinchado en exceso de los valores tecnológicos, advierten ahora de los graves peligros que entraña el dar carpetazo a la crisis de los mercados de acciones y, por tanto, airear que la caída de éstos concluyó el 10 de octubre, día que apuntó mínimos generalizados en los principales índices.

El detonante de la mejora que se produjo a partir de ese momento, bajo los auspicios de las Bolsas de Estados Unidos, fueron unos resultados empresariales mejores de lo esperado por el consenso del mercado. Ello no significa que los precios de las acciones estén baratos.

La mayor parte de las compañías del S&P 500 han presentado ya sus cuentas trimestrales, con una ganancia promedio del 10% con relación al mismo periodo del año anterior. El porcentaje es superior al 5% que esperaba el consenso, pero inferior al 16% que pronosticaban los expertos al cierre de junio.

El ansia por recuperar parte del terreno perdido ha hecho que los participantes se hayan aferrado al factor sorpresa, en este caso positivo, sin ir más lejos, es decir, sin cuantificar los datos y sin ajustarlos a las valoraciones que se dan en la actualidad.

Los analistas más rigurosos señalan que los multiplicadores de los mercados estadounidenses siguen por las nubes, con medias que oscilan entre las 30 y las 45 veces, según los criterios de contabilidad que se apliquen. Las Bolsas estadounidenses han subido cerca de un 15% desde el 10 de octubre y han anulado las correcciones del PER que se habían producido en el mes de septiembre y primera semana de octubre. El futuro, al menos a corto plazo, parece que no va a mejorar las cosas. El Libro Beige de la Reserva Federal publicado el miércoles constata la debilidad económica en Estados Unidos y augura menores crecimientos para el últimos trimestre del año. La mejora de los resultados empresariales se ha producido, así, gracias al efecto inducido por los despidos masivos y el cierre de factorías.

La situación ha vuelto a desatar una nueva corriente de opinión favorable a un recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal en su reunión del 6 de noviembre.

Los mejores analistas consideran, no obstante, que un nuevo recorte de tipos de interés tendría efectos muy negativos sobre los mercados y abogan por las reformas estructurales en Estados Unidos para animar el crecimiento, porque el aumento de los déficit así lo sugiere. En Europa, la solución es similar, según los expertos.

Baja la presión de los derivados

En el desarrollo alcista que han experimentado los principales mercados de acciones del mundo en las dos últimas semanas han coincidido una serie de factores técnicos de gran calado. Por ejemplo, el cierre de posiciones cortas (son ventas con derivados, a crédito, al descubierto o con préstamo de valores) que se ejecutan con el ánimo de recomprar a precios más bajos. Esta técnica se ha utilizado con exceso en el verano y primeros compases del otoño.Justo con el inicio de presentación de los balances trimestrales en Estados Unidos y, también, con la llegada de los índices a zona de mínimos, los que operan con estos instrumentos decidieron iniciar las recompras. El efecto, claro está, ha sido alcista, del mismo modo que, cuando venden, aceleran la caída de los índices. Desde mediados de semana, los expertos y observadores advierten una presión más baja de los derivados sobre el conjunto del mercado, como si las recompras de posiciones cortas ya hubieran terminado. Hay que prestar ahora atención, por tanto, a un nuevo ciclo vendedor.

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