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Hacienda pisa los talones a los deportistas de élite

Boris Becker ha sido el último personaje famoso protagonista de un juicio por evasión fiscal. El ex niño mimado del tenis alemán ha saldado el asunto con una suave condena de dos años de libertad condicional y medio millón de euros de multa. Se ha olvidado de la cárcel, pese a que sobre él se cernía la amenaza de tres años de prisión, pedidos por la fiscalía, por haber ocultado a Hacienda 1,7 millones de euros. La Audiencia de Múnich recompensó su tardío arrepentimiento -antes de abrirse el juicio pagó más de tres millones de euros atrasados- con un proceso fugaz y una condena digerible. La jueza Huberta Knöringer declaró al acusado culpable de evasión fiscal en el periodo de 1991 a 1993 . 'Ha sido mi victoria más importante', declaró Becker tras escuchar la sentencia y saber que se libraba de la cárcel. 'Me he quitado un peso de encima'.

El juicio contra Becker ha recordado el caso de otra gloria del tenis alemán, Steffi Graf, cuyo padre acabó entre rejas por evadir impuestos. En 1997, fue condenado a tres años y nueve meses de prisión por defraudar 7,7 millones de euros, pero salió a los 25 meses por buena conducta. Otro deportista en apuros fue Diego Maradona, a quien el fisco italiano reclamó 24 millones.

Entre los deportistas españoles que han tenido problemas figura Arantxa Sánchez Vicario, a quien Hacienda exigió el pago de 3,7 millones en concepto de IRPF e IVA de los años 1989 a 1993. El pasado ejercicio, los inspectores examinaron con lupa las declaraciones de Raúl, Roberto Carlos, Figo, Guardiola, Luis Enrique y Rivaldo y ampliaron su examen a todos los clubes de fútbol de primera división.

No obstante, la primera en toparse con la Hacienda española fue Lola Flores, cuando le reclamaron declaraciones no presentadas correspondientes a los años 1982, 1983, 1984 y 1985. Después de mucho ruido, en 1991 fue condenada a una pena de 16 meses por delito fiscal, pero sin pisar la cárcel.

También la vedette Norma Duval y el cantante Bertín Osborne se enfrentaron, en el plazo de cuatro meses, a sendas querellas por un delito de alzamiento de bienes relacionado con deudas millonarias (de 247.000 y 922.000 euros, respectivamente) a la Hacienda pública. Paralelamente, el Ministerio de Hacienda acordó, en 1999, el embargo de 494.000 euros a Gunilla Von Bismarck por no declarar sus rentas.

En el caso italiano, el mundo del lujo representado por Giorgio Armani, Santo Versace, Gianfranco Ferré, Krizia y Girolamo Etro, además de Luciano Pavarotti, ha sido objeto de exhaustivos controles.

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