Brasil tiene el mismo problema que Argentina en 2001, según Cavallo

Cavallo disertó una larga hora y media ante un nutrido auditorio de directores financieros, reunidos en Madrid para asistir al Congreso Mundial de Ejecutivos de Finanzas.

Con un ánimo y una desenvoltura similares a los de sus mejores horas en el poder, el ex hombre fuerte de la economía argentina realizó una completa reivindicación del programa de apertura, desregulación y convertibilidad aplicado en su país a lo largo de la década pasada. A la hora de explicar el porqué de la catástrofe que vive Argentina, todas las culpas fueron para el actual presidente Eduardo Duhalde y para el líder radical y ex presidente entre 1983 y 1989, Raúl Alfonsín.

'La ley de convertibilidad fue una forma para que los argentinos ahorraran en Argentina y para volver a tener crédito interno. Y lo logramos. La liquidación de la hiperinflación fue importante, pero lo más importante fue recuperar el ahorro y el crédito', dijo Cavallo al resumir una larga exposición de la política de los noventa. Aunque admitió que el peso estaba sobrevaluado y que 'había un problema de precios relativos que afectaba a las exportaciones', el ex ministro acusó a Duhalde de haber provocado la crisis, 'una implosión que ha destruido los derechos de propiedad' de los ahorradores.

A su juicio, el corralito impuesto por él en diciembre de 2001 fue obligado, pues 'no teníamos alternativa'. Sin embargo, negó que la crisis se hubiera producido entonces y culpó a la devaluación y la mayor rigidez del corralito a partir de enero de 2002 como la causa de todos los problemas actuales. También se refirió críticamente a los economistas 'amigos de George Bush que aconsejaban devaluar y suspender pagos, demostrando su ignorancia de lo que pasaba en Argentina'.

Una y otra vez, como en el pasado, Cavallo explicó que convertibilidad no es tipo de cambio fijo y que él quería salir de la paridad uno a uno, pero gradualmente. Y negó que el problema de Argentina fuera ese tipo de cambio atado al dólar. Y si no, se preguntó, 'díganme por qué hoy Brasil, que devaluó en 1999 y siguió devaluando, tiene el mismo problema que Argentina en agosto del año pasado. Los que dicen que la devaluación era la solución, ahí tienen la situación de Brasil y de Argentina tras las devaluaciones'. Y a continuación puso el dedo en la llaga: 'La cura para la deuda es el déficit cero y la reestructuración ordenada de la misma'. Una cuestión esta última que 'el FMI y el Banco Mundial aún no han encontrado'.

Cardoso y Lula

Mientras tanto, en Brasilia, un portavoz del presidente Fernando Henrique Cardoso dijo ayer que el Gobierno saliente no tomará ninguna decisión relevante sin consultar al presidente electo antes de que se produzca el cambio de mando, el 1 de enero.

Nadie duda del triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva y el real mejoró levemente, al cotizar ayer a 3,85 unidades por dólar, frente a 3,88 del miércoles.