El Gobierno regula el control de la calidad del aire en las ciudades
En Bruselas y Lisboa, 150 voluntarios de diferentes edades y hábitos de vida portarán hoy un detector de contaminación atmosférica durante 12 horas, que recogerá la calidad del aire en sus lugares habituales de trabajo. Así arranca el programa People de la Comisión Europea para medir los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud, que se llevará a cabo en Madrid el año que viene.
Para controlar los niveles de contaminación en las ciudades españolas, el Gobierno ha aprobado, mediante real decreto, la transposición de las directivas europeas sobre calidad del aire en las zonas urbanas, que persiguen controlar los niveles de contaminación. En él se restringen los actuales valores límite y umbrales de alerta para las emisiones de los seis gases contaminantes que se consideran el origen del cambio climático: dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, óxidos de nitrógeno, partículas, plomo, benceno y monóxido de carbono. Todos ellos no sólo tienen efectos perjudiciales para la salud, sino que también deterioran el patrimonio histórico-artístico.
Este control parece especialmente relevante como herramienta para controlar la evolución del cumplimiento de los compromisos del Protocolo de Kioto para la reducción de las emisiones de los seis gases mencionados.
De momento, y según un reciente informe del sindicato Comisiones Obreras, las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado en España un 35,12% entre 1990 y 2001, muy por encima del 15% de aumento máximo que establece el Protocolo de Kioto para el periodo 2008-2012 sobre los niveles de 1990.
Precisamente, el viernes se divulgó un estudio científico en Irlanda, que ha comprobado que, desde que se prohibió vender carbón en 1990, han disminuido un 15% los fallecimientos por enfermedades cardiovasculares, y un 10%, por las respiratorias.