Corsán-Corviam buscará mercados en Europa del Este tras la compra de CGS
Corsán-Corviam acaba de formalizar la compra de la constructora CGS a la ONCE. La operación, cerrada el pasado mes de agosto, sitúa al grupo como séptima constructora del país, en pugna con el grupo San José, por detrás de Sacyr.
Precisamente, tras esa compra y una vez digerido el proceso de fusión de Corsán y Corviam, el nuevo grupo prevé arrojar en 2002 unas cifras significativamente mejores que en el ejercicio precedente, según explica el consejero delegado, Carlos Puente. Así, la facturación se situará en 720 millones de euros, el 37% más respecto a 2001, mientras que el beneficio neto será de 15 millones, frente a 4,5 millones en 2001.
De momento, en el primer semestre de este año la facturación del grupo ascendió a 350 millones y el beneficio antes de impuestos se ha situado en 5,2 millones de euros.
Sobre esta base, la empresa, controlada por las familias Bernal, López Bosch y Corsini, ha diseñado una estrategia de crecimiento que se basa en el desarrollo de sus negocios tradicionales, construcción e inmobiliaria, y entrar en la actividad de concesiones de infraestructura en un sentido amplio.
Corsán-Corviam prevé operar concesiones tradicionales, como las autopistas y los aparcamientos, otras más recientes como la distribución de agua o el tratamiento de residuos, y nuevos negocios relacionados con la generación de energía y el medio ambiente.
Otro de los ejes del plan estratégico es la salida al exterior, con el objetivo a medio plazo de penetrar en los mercados de Europa del Este, añade el consejero delegado. Corsán-Corviam considera que existen posibilidades de negocio en los países que se van a incorporar a la Unión Europa a partir de 2004, sobre todo gracias al flujo de fondos comunitarios que recibirán para poner al día sus infraestructuras.
En el horizonte de 2007, el 15% de la facturación del grupo debería proceder de esos mercados exteriores, frente al 5% actual. Los países de Latinoamérica, tradicional salida al exterior de las constructoras españolas, no entran, por contra, dentro de los planes de desarrollo internacional del grupo.
Al mismo tiempo, el peso de la construcción en la facturación habrá descendido en ese horizonte hasta el 50% o el 60% del total. El resto debe provenir de los servicios.
Dentro del mercado de las concesiones de transporte, Corsán-Corviam ha firmado una alianza con la firma catalana Comsa, controlada por la familia Miarnau, por la que ambos grupos acudirán juntos a los concursos que impliquen una inversión superior a los 60 millones de euros. La facturación conjunta de ambos alcanza los 1.200 millones de euros, una cifra que a juicio de la empresa madrileña les da masa crítica para licitar en cualquier proyecto.
Esta alianza ha presentado oferta al concurso de adjudicación de los nuevos accesos con peaje al aeropuerto de Barajas y negocia una propuesta con otros socios, incluido Dragados, para construir y explotar el mayor proyecto de conversión de tierras de secano en regadío que existe en este momento en España, la red de riego de Segarra-Garrigues, en la provincia de Lleida.
Corsán-Corviam se muestra preocupada por el impacto que los procesos de concentración empresarial puedan tener en la concurrencia en este tipo de concursos y reclama que las Administraciones hagan un esfuerzo por velar por la transparencia.
Un grupo en proceso de gestación
La nueva Corsán-Corviam ha adoptado una estructura jurídica que la convierte prácticamente en un holding. Con la compra de CGS a Corporación Empresarial ONCE, toda la actividad constructora de Corsán-Corviam ha sido traspasada a una nueva entidad denominada Corsán-Corviam Construcción. Esta filial es formalmente la antigua CGS, previamente saneada y cambiada de nombre. Al mismo tiempo, la matriz, que todavía conserva algunos negocios operativos, cuenta con varias filiales, Sercon, para el negocio de concesiones, otra entidad desarrolla el negocio inmobiliario y una tercera el de prefabricados de hormigón. La compra de CGS ha permitido a Corsán-Corviam reforzar su posición en el negocio de la edificación y en algunas zonas geográficas del país.