La baza de Europa del Este
Los irlandeses votan hoy en referéndum el Tratado de Niza. Los gestores de fondos de Europa del Este temen que un 'no' al texto trunque las oportunidades de inversión en la región
La Unión Europea dio la semana pasada el visto bueno para la incorporación de 10 nuevos países de Europa del Este para el año 2004. La decisión ha sido calificada como una de las más importantes tomadas en el ámbito del organismo, si bien queda supeditada, de momento, a lo que los irlandeses decidan hoy en el referéndum al que están convocados para ratificar el Tratado de Niza, por el que se propone un cambio en el sistema de votación para dar cabida a los nuevos miembros. Un no al tratado podría retrasar la ampliación de la UE. Desde el punto de vista financiero, la integración de estos 10 países en la Unión -Chipre, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia- requerirá de un esfuerzo de convergencia económica que puede dar un impulso de envergadura a sus mercados.
'La entrada de estos 10 países está prevista para 2004, pero probablemente tendrá lugar algo más tarde', afirma Dimitri Chatzoudis, gestor del fondo Eastern Europe Equity, de ABN Amro. 'Existen, además, algunos riesgos, como la posibilidad de que los irlandeses voten no al Tratado de Niza, si bien hay una probabilidad alta de que estos países entren en la UE no más tarde de 2005'.
La posibilidad de un rechazo irlandés al Tratado de Niza ha creado un sentimiento de cautela entre los gestores. 'Habrá que seguir muy de cerca el calendario de ampliación de la UE, que incluye el crucial referéndum en Irlanda este fin de semana, la reunión de Bruselas a finales de octubre y la de Copenhague a mediados de diciembre', explica el gestor del fondo de Europa del Este de BNP Paribas. Esta opinión es compartida por Geoff Blanning, gestor de Schroders, para quien aunque el progreso en la ampliación de la Unión Europea ha sido sustancial, seguramente se producirán retrasos en el calendario, incluso si el referéndum irlandés es positivo. 'A pesar de ello, la intención política y el resultado final están claros'.
Tal y como sucediera en países como España, Portugal y Grecia cuando se incorporaron a la Unión Europea, es previsible que los mercados de valores de los países candidatos experimenten fuertes subidas en su proceso hacia la integración, debido principalmente al recorte de los tipos de interés nacionales. 'Esto vendrá condicionado por la adopción del euro y no por la ampliación de la UE', señalan en BNP Paribas. Según el gestor de mercados emergentes de JP Morgan Fleming, Michael Hugues, la caída de los tipos de interés es uno de los efectos más beneficiosos de la entrada en la UE y la adopción del euro, pues beneficia a la economía y a los mercados de valores. Además, añade, la renta variable de los países convergentes cotiza con descuento respecto a los países de la Unión. 'Esperamos que este descuento se reduzca con el tiempo, con lo que las Bolsas de estos países batirán a los mercados de la Unión Europea'.
Los expertos en los mercados de Europa del Este dudan, sin embargo, de que el recorte de los tipos de interés provoque un efecto en los mercados tan fuerte como el que vivieron países como España, Portugal o Grecia. Principalmente, porque el momento económico actual ha afectado negativamente a las Bolsas de todo el mundo y no se esperan para el futuro revalorizaciones de la envergadura de las del pasado.
Para Dimitri Chatzoudis, otra consecuencia de la inclusión de estos países en la Unión será el aumento del flujo de inversión directa extranjera. 'En los últimos tiempos han caído los tipos de interés de los bonos y el diferencial de crédito de estas economías. Si se confirma la entrada de estos países, debería mantenerse esta tendencia porque disminuirá el riesgo político y aumentará la confianza', afirma.
Las oportunidades, según los gestores, también se encuentran en la renta fija. 'Mientras los mercados de bonos globales están al alza y la búsqueda de rentabilidad continúa, los bonos de Europa del Este siguen siendo una buena opción de compra', apuntan en Schroders. 'La convergencia de los bonos domésticos checos ya ha tenido lugar; los bonos a 10 años de Polonia y Hungría serán los siguientes en convergir'. Polonia es, de hecho, una de las apuestas de las gestoras, pues sus tipos de interés están muy por encima de los niveles de convergencia. 'Por ejemplo, el diferencial del bono a cinco años polaco frente al cinco años alemán está actualmente en torno a los 330 puntos básicos, frente a los 30 puntos básicos de la República Checa', explican en BNP.
Ya por sectores, los gestores se decantan por los bancos. Este sector se va a beneficiar de la caída de los tipos de interés, porque permitirá mejorar el coste de los recursos y los márgenes de rentabilidad, y permitirá estimular el mercado hipotecario en aquellos países. 'El sector bancario en la región está poco desarrollado. Hay mucho potencial', asegura Chatzoudis.
El potencial de la zona es elevado, sí, pero a corto plazo las miradas están puestas en Irlanda. Según los expertos, un no al Tratado de Niza retrasará la ampliación y aumentará la volatilidad. 'Enero de 2004 es el plazo de tiempo más corto posible para la ampliación de la UE', recuerdan en BNP Paribas. 'Sin embargo, esta fecha es muy cuestionable y el mercado reaccionará con dureza ante cualquier expectativa de modificación del calendario'.