Las tabacaleras deberán señalar en las cajetillas que 'fumar mata'
El Gobierno aprobó ayer un real decreto que obliga a las tabacaleras a cambiar el etiquetado de las cajetillas de cigarrillos antes del 30 de septiembre del año que viene. Al resto de los productos les concede una prórroga de un año a partir de esta fecha.
La nueva regulación, que transpone una directiva europea de junio de 2001, reduce también los contenidos máximos de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono de los cigarrillos. En ningún caso se podrán comercializar marcas con imagen de ser menos nocivas, con términos como 'light' o 'ultralight'.
En el anverso de los paquetes de tabaco, y ocupando el 30% de su superficie, deberá figurar la mención 'fumar mata' o bien 'fumar puede matar', precedida de la consabida frase: 'Las Autoridades Sanitarias advierten'. Esta posibilidad de elección ha suscitado las críticas de la Sociedad de Neumología y Cirugía Torácica y del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, que creen que se han 'suavizado' los términos de la directiva. Cualquiera de estas advertencias puede alternarse con la leyenda: 'Fumar perjudica gravemente su salud y las de los que están a su alrededor'.
Además, al menos el 40% de la superficie del reverso del paquete se destinará a disuadir de su consumo, destacando el riesgo durante el embarazo, pero también su perjuicio para la piel, la fertilidad o la calidad del aire.
El vino, bebida y alimento
El Consejo de Ministros decidió ayer remitir a las Cortes el anteproyecto de ley de la viña y el vino, que regulará la producción y calidad de esta bebida, que todavía atiende a un estatuto de 1970.
El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, explicó ayer que para evitar el descalabro del sector vinícola, el vino se ha considerado como 'alimento', diferenciándolo 'de otras bebidas que se obtienen por destilación'. Señaló que el texto es congruente con el proyecto de ley de prevención de bebidas alcohólicas porque toma cautelas para evitar que los menores de edad accedan al vino.