50 bodegueros estudian etiquetar las botellas con sistemas antihurto
Medio centenar de productores de vinos y cavas del Penedès se reunió ayer en Barcelona con responsables de los grandes grupos de distribución con el fin de estudiar nuevos sistemas de etiquetado que reduzcan el hurto de mercancía.
La idea es optimizar el proceso y evitar la pérdida de existencias tanto en el transporte como en la distribución y posterior venta al público. Ahora son las empresas de distribución las que instalan los sistemas de radiofrecuencia en los productos con el fin de controlar su manejo y evitar robos. Sin embargo, este sistema deja algunas lagunas, ya que desde que la mercancía sale de la fábrica hasta que se le coloca el etiquetado antihurto hay un periodo de tiempo en el que se pueden producir intervenciones.
Las grandes cadenas de distribución argumentan, además, que deben emplear una importante cantidad de tiempo y de recursos humanos en la implantación de este etiquetado.
El objetivo, por tanto, es instalar en las líneas de producción de los fabricantes de vinos y cavas unos sistemas que incorporen nuevas etiquetas antihurto diseñadas a tal efecto.
Según Pere Casals, director de marketing de Checkpoint, esta compañía ha presentado a los bodegueros un sistema que se aplica directamente en el mismo lugar de producción y que es invisible para el consumidor e inocuo para el producto, pero sensible a los detectores instalados en las salidas de los centros comerciales.
Estas insignias las elaboraría la compañía Gráficas Varias, que, fundada en 1918, es la mayor especialista en la fabricación de todo tipo de etiquetas para vinos, licores, cavas y alimentación, desde las tradicionales impresas en papel hasta las más modernas adhesivas para el etiquetado automático.
Según Pere Casals, la inserción en origen de etiquetas de seguridad por radiofrecuencia digital en las botellas proporciona beneficios como una mejora en la gestión de las existencias, más espacio en los lineales y una mejor presentación del producto, además de la reducción de hurto y el incremento de los beneficios tanto para las empresas fabricantes como para las distribuidoras.
El 1,47% de las ventas se pierde por los robos
Los pequeños errores informáticos, los despistes de los empleados y los hurtos de los clientes representan el 1,47% del volumen de ventas que genera el sector de la distribución. La mayor parte de estas 'pérdidas desconocidas', como se denomina en argot, se da en el sector de las bebidas alcohólicas, según ponen de manifiesto distintos estudios.A los trabajadores tanto de las compañías productoras como de las distribuidoras se les atribuye el 20% de estas pérdidas, en tanto que a los fallos informáticos y a los de la distribución se les asigna entre el 7% y el 8% cada uno. El resto son hurtos realizados por los clientes en las tiendas. Algunos establecimientos ya tienen instalados a la salida de los mismos sistemas de detección de mercancía no pagada, pero aun así todavía resulta insuficiente, según fuentes del sector.