Unas pymes más viables
Potenciar y estimular la creación de empresas. æpermil;ste es el principal objetivo del proyecto de ley de Nueva Empresa que se tramita en el Parlamento. Las empresas de menor dimensión, los autónomos y las microempresas, son las que encuentran más dificultades a la hora de emprender su andadura. Las múltiples gestiones y documentos necesarios para poner en marcha una empresa en España acaban con el espíritu de muchos emprendedores. Una de las grandes virtudes del proyecto de Nueva Empresa es la reducción de toda esa desincentivadora burocracia. La futura ley permitirá simplificar trámites, de forma que sea posible concluir el proceso de constitución de una empresa en menos de 48 horas, con la cumplimentación de un solo documento y una única visita al notario, frente a un plazo que ahora va de 30 a 60 días.
El proyecto de ley otorga especial protagonismo y responsabilidad tanto a notarios como a registradores. El compromiso de estos fedatarios para otorgar escrituras públicas y calificarlas registralmente con celeridad suficiente para cumplir el plazo y crear una empresa en menos de dos días será fundamental.
El esfuerzo de poner los medios con el fin de simplificar los procedimientos para crear pequeñas empresas es imprescindible. Pero no lo es menos asegurar la continuidad de estas compañías. La mortalidad de las pymes es especialmente importante en sus primeros años de existencia. Según datos del propio Ministerio de Economía, cuatro de cada 10 empresas desaparecen en los cuatro primeros años de vida. Una proporción que llega al 49% en las que no tienen asalariados.
Es especialmente destacable, en este sentido, el aplazamiento en el pago de los impuestos para las sociedades que nazcan bajo la denominación social Nueva Empresa. La idea es que puedan diferir el pago de impuestos los primeros años de vida, el periodo durante el que suelen sufrir más dificultades de liquidez. Será a partir del tercer año cuando las compañías tengan que actualizar su situación tributaria. De acuerdo con una de las enmiendas presentadas por el PP al proyecto de ley, las empresas podrán aplazar un año el impuesto de operaciones societarias sin aportar garantías. Este tributo grava la constitución de cualquier tipo de sociedad y supone el 1% del capital social. Además, podrán aplazar los dos primeros años el impuesto de sociedades.
Otra de las propuestas de las que se beneficiarán las sociedades que se acojan al modelo de Nueva Empresa será la supresión de la obligación de ingresar pagos a cuenta los dos primeros periodos impositivos, y se les permitirá el aplazamiento o fraccionamiento de las retenciones del IRPF que se devenguen en el primer año desde la constitución.
Se trata, en suma, de facilitar la viabilidad de las pequeñas empresas, un empeño con verdadera trascendencia. No en vano, además de ser germen de grandes compañías, proporcionan el 68% del empleo y suponen el 99% del tejido empresarial en España.